Capítulo 5

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Después de un rato, Hermione Granger llegó a su hogar. Abrió y cerró cuidadosamente la puerta, procurando no hacer mucho ruido para que no la descubriera su madrastra. Entró a hurtadillas, y antes de subir los escalones para dirigirse a su habitación, escuchó un par de pasos. Se giró y se encontró con Jean Granger, quien se veía realmente tensa.

— Mamá...

— Tú, realmente me avergonzaste — dijo ella alzando una Tablet mientras caminaba hacia la sala — echa un vistazo — aventó el aparato electrónico encima de la mesita y ella tomó asiento. Hermione se acercó, sujetó la Tablet con ambas manos y apreció el artículo que habían publicado recientemente en internet. "La hija de una familia adinerada, Hermione Granger, haciendo berrinche. Descorazonada y llorando en público"

— ¿Descorazonada? ¿berrinche? ¡La verdad es que Cedric Diggory me dejó plantada! ¡Así que, lo llamé y lo regañé! — se quejó.

— ¡La gente creerá lo que elijan creer! ¿A quién le importa la verdad? Es lo mismo que el hecho de que eres la hija legítima de nuestra familia Granger en la opinión del público. ¿No es así? — la castaña agachó la vista y suspiró — ¡El problema no es que te dejaron plantada! Sino el que estás actuando como una verdadera princesa ante los ojos de los demás — Hermione cubrió la Tablet cuando su madrastra se levantó y se acercó a ella — ¡Reflexiona y arrepiéntete! — le gritó antes de dejarla sola.

La chica observó a su madrastra con una expresión de tristeza, y al perderla de vista, volvió a fijar su vista en la pantalla de la Tablet. Se dirigió hacia su habitación silenciosamente — ¿Qué princesa de verdad? ¡¿Quién quisiera ser como tú?! — se quejó y dejó el aparato encima de su tocador.

Estaba a punto de sentarse en su sillón, cuando en eso, se detuvo a observar con tristeza los lindos vestidos que tenía colgados en el perchero, los perfumes y cremas que tenía en un estante, y al final fijó su vista en el tocador, observando todos y cada uno de sus productos de belleza que utilizaba en su rutina diaria. Suspiró y finalmente se dejó caer en el sillón.

— Estoy dispuesta a convertirme en una. Todo es por culpa de ese maldito Cedric Diggory. Si no me hubiera avergonzado dos veces, no me habría comportado de esta forma. Espera... ¡tendré mi revancha! ¡Más te vale tener mucho cuidado! — habló para sí misma — estiró su brazo, agarró el teléfono y marcó rápidamente el número de Hagrid — hola tío Hagrid. Haga lo necesario para que pueda ir a estudiar en Hogwarts... ¡Así es! Es ese colegio en el cual Cedric Diggory está estudiando — colgó la llamada — ¡Llévate bien conmigo día y noche! ¿No te atreves a enamorarte de mí?... eso es cierto — comenzó a buscar en su bolsa su smartphone — ¡Vamos a ver si logré tomarme una foto con el oso! — sacó su celular y al tratar de desbloquearlo, se extrañó de que no funcionara. Volvió a teclear la contraseña un par de veces más y no funcionó — olvidé mi contraseña de nuevo — se sujetó la cabeza y se despeinó un poco — ¡Soy tan tonta!

Se incorporó y se acercó hasta donde estaba su tocador. Abrió el cajón de en medio y dejó su celular ahí... donde se encontraban otros diez celulares del mismo modelo. Se quedó observando la libreta de Draco Malfoy, la desamarró y la abrió — Draco Malfoy — pronunció su nombre lentamente y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios. Agarró su Tablet y navegó rápidamente en internet, tratando de buscar información con respecto al rubio — Draco Malfoy, estudiante en el colegio Hogwarts y está de baja. No es de extrañar que conozca a Cedric Diggory. Pero... — su voz se fue apagando — ya está dado de baja... probablemente no lo veré más — hizo un pequeño puchero.

Mientras tanto, Draco Malfoy había llegado finalmente a su domicilio. Se quitó la cabeza del disfraz de caballero oso con ambas manos y la colocó encima de una pequeña mesita armable de madera. Sonrió débilmente al recordar cuando Hermione Granger lo golpeó en la tienda. De repente, su semblante volvió a tornarse serio y se dio la vuelta dando pequeños brinquitos de manera adorable. Se miró al espejo de cuerpo completo y con ambas manos se sujetó las mejillas para forzarse a sonreír, lo cual no consiguió. Parpadeó rápidamente durante unos segundos y después suspiró pesadamente.

My Little Princess [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora