My Little Princess [Dramione]

Capítulo 4

— Draco Malfoy — leyó en voz alta la castaña mientras se encontraba caminando de un lado al otro en su habitación. Había abierto la libreta y pudo apreciar que en la primera página se encontraba el nombre del chico escrito en la parte inferior derecha — su escritura es agradable. Pero... ¿Draco? ¿Qué tipo de nombre es ese? — sonrió — ¡Es tan raro! Pero... yo pienso...

En ese momento, Hagrid entró a la recámara de la chica — Señorita, el auto está listo — le dedicó una sutil sonrisa.

— ¿Por qué estás tan impaciente? Solo estás saliendo con una niña de padre rico. Te digo, si una chica va a su primera cita, llegar tarde entre 10 o 30 minutos está bien — sonrió — el amor esperado es más hermoso.

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Hermione Granger bajó del vehículo color negro y se dirigió hacia su punto de encuentro. Lucía tan radiante como siempre. Como outfit llevaba una falda corta en color blanco y una blusa con escote bardot en color amarillo. Se detuvo en medio del lugar y miró hacia ambos lados en búsqueda de Cedric — "te haré esperar más de diez minutos" — pensó mientras por fuera esbozaba una amplia sonrisa — "¡Considerémoslo como un castigo por los malentendidos de ayer" — su sonrisa se fue desvaneciendo, cambiando su expresión a una de confusión. Se cruzó de brazos y esbozó una mueca — ¿Qué está pasando? Estoy aquí. ¿Por qué no ha venido a encontrarme? — sacó su celular de su bolsa color blanco y marcó rápidamente el número del castaño. Esperó durante unos largos segundos, sin obtener respuesta — ¡Solo mira cómo te castigaré! — habló ella mientras miraba fijamente la pantalla de su smartphone. Estuvo a punto de marcarle de nuevo al chico, cuando en eso, le llegó una solicitud de videollamada por parte de su madrastra — mamá — respondió con un tono de voz suave.

— Escuché que planeaste una cita con Cedric — la mujer se encontraba usando una bata mientras que una mujer le masajeaba la cabeza, la castaña asintió — buen trabajo — sonrió débilmente — lo arreglé para que los reporteros tomaran fotos en su cita — Hermione entreabrió los labios — ¿bien? Ya no me avergüences más. ¿De acuerdo? — Hermione se veía muy preocupada — si todavía eres como ayer... ¡solo puedo arrojarte al océano para alimentar a los peces! — con su mano hizo un gesto de cerrar su puño lentamente.

La castaña terminó la videollamada — ¡Ugh! ¡De ninguna manera! ¿Podremos tener algo de privacidad? ¿Qué cita? — comenzó a desanimarse.

Transcurrieron los minutos rápidamente, minutos que se convirtieron en horas, y ella solo se dedicaba a observar de un lado al otro a las personas que transitaban en ese mismo lugar. A lo lejos, un reportero se encontraba enfocando a Hermione con su cámara.

La castaña, cansada de esperar a su cita, frunció el entrecejo — no contestará su teléfono y no se ve por ninguna parte — susurró sin ocultar su molestia — ¡Cedric Diggory, si apareces ahora estás muerto! — gritó. En ese momento su celular comenzó a sonar de nuevo y al percatarse de que el castaño le estaba marcando, contestó rápidamente — ¡Oye! ¡¿Dónde estás?! ¡Te he estado esperando toda la tarde! — lo regañó.

— Oh, olvidé decirte. Nunca tuve la intención de ir a una cita contigo — la chica entreabrió los labios — ¡Fue para enseñarte una lección! — ella frunció el entrecejo — no me digas que todavía estás allí...

— ¡¿Cómo puedo seguir estando aquí?! ¡Me fui hace mucho tiempo! ¡¿Quién crees que eres?! — Cedric colgó — ¿Hola? ¡Oye! ¡¡Cedric Diggory! ¿Cómo te atreves a colgarme a mí? — marcó rápidamente el número del chico.

— El número al que usted marcó, no está disponible — ella miró directamente la pantalla de su teléfono.

— ¿Tienes un problema? Loco, narcisista, enfermo del síndrome de príncipe — hizo berrinche — ¡He tenido suficiente! — marcó el número de Hagrid rápidamente— tío Hagrid, prepárese.