My Little Princess [Dramione]

Capítulo 8

Hermione Granger se había dirigido a un salón en el centro comercial para escoger los accesorios perfectos para su cita con Cedric. Contempló por un rato un corto y bello vestido rosado que estaba siendo exhibido en un maniquí — "pensando cuidadosamente, ese idiota Cedric Diggory usa camisetas o polos la mayor parte del tiempo, hace pareja con los relojes, y emana un estilo más relajado y soleado..." — pensó mientras se paseaba por el lugar — "¿Él odia todo de mí? Además de mis antecedentes que no puedo cambiar, ¿no le gusta el estilo no pretencioso llamado "pequeña flor blanca"? ¿no es eso fácil de arreglar?"

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— Quiero cambiar mi estilo — caminó decididamente hacia donde se encontraban los asesores de imagen del lugar, quienes eran dos chicos y dos chicas.

— Bien, no hay problema — comentó uno de los chicos.

— Pura pero un poco sexy, simple pero un poco lujosa, de bajo perfil pero fresca.

— ¿Ah? ¿puede ser un... poco más específica?

— Sí... no lo sé — susurró una de las chicas. En ese momento, la castaña sacó de su bolsa un buen fajo de billetes y se los mostró a los asesores mientras les daba la espalda. Fue imposible para ellos no mostrar sus expresiones de asombro.

— Si estoy satisfecha, agregaré más. ¿Entiendes?

— ¡Señorita Hermione Granger! Déjeme decirle, ¡usted tiene buena piel! Podemos hacer un estilo de belleza refrescante.

— ¡Cierto, cierto, cierto! ¡También, también! — exclamaron los demás asesores de imagen emocionados.

— Lápiz labial rojo-naranja. Este año es realmente popular.

— ¡Sí, sí, sí! — dijo una de las asesoras y la chica sonrió sutilmente.

— ¡Cabello directamente hacia atrás! ¡Definitivamente lucirá bien!

— Belleza refrescante, ¿cierto? — preguntó Hermione y los demás asintieron — let's do it.

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Los chicos estaban encarándose de arreglarle el cabello. Mientras que uno de ellos estaba entretenido en secárselo, el otro estaba alaciándoselo con una plancha mientras trataba de cepillárselo con un peine. Hermione se quejó ya que hubo varios momentos en los cuales la lastimaron. Los asesores de inmediato le pidieron disculpas.

Después de un rato, Hermione se encontraba esperando pacientemente a que su cabello estuviera listo ya que tenía que estar por un largo rato cerca de la secadora de salón de color azul que rodeaba su cabeza. Una chica se acercó a ella y le comentó que uno de los asesores había dicho que se tenían que deshacer de las uñas decoradas de ella.

La castaña contempló sus uñas de inmediato, las cuales habían sido decoradas con pequeños cristales Swarovski que habían sido colocados uno por uno. Mordió su labio con nerviosismo — belleza refrescante, ¿cierto? —  la chica asintió — ¡tómalas! — extendió sus manos. Durante todo el proceso de embellecimiento, había otra chica que le limpiaba sutilmente el sudor en la frente — "¡Cedric Diggory, solo espera! ¡Usaré todas mis habilidades para derrotarte! Cuando estés envuelto en mis dedos, te daré diez veces todo ese resentimiento".

Cerca del mismo lugar, Draco Malfoy, quien estaba caracterizado con su disfraz de caballero oso, se encontraba repartiendo volantes a las personas que transitaban por el lugar, promocionando la tienda de libros "los tres osos".

El teléfono de la chica comenzó a sonar, se estiró y cuidadosamente deslizó la pantalla para contestar, ya que no quería arruinarse las uñas — ¿hola?