"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)

3- "Fiesta"

-¿Qué mierda estas haciendo? - si, sone irritado también.

-Dijiste, "Diviertete"...- me respondió y obviamente agito su mano en el aire, de la misma forma en que yo lo había hecho.

Trague en seco cuando camino hacia mi y tomo el control remoto que yo tenía sobre el apoya brazo del sofá donde estaba.

Sus pechos quedaron casi a la altura de mi rostro. Y cuando se inclinó los dos sujetos miraron con lujuria su trasero.

Una ola de celos sin sentido me azotaron.

Ella cambio la canción y subió el volúmen. Whiskey in The Jar de Metallica sonó en los parlantes del reproductor.

El idiota de los piercing toco una guitarra imaginaría mientras Saku contoneaba sus caderas y se acercaba a ellos nuevamente.

Se disponían a volver a la habitación cuando desenchufe el reproductor.

Ella se giro con una mirada fulminante.

-Tienen cinco minutos para vestirse y salir de mi casa, o se irán desnudos.

- ¿Se puede saber que rayos paso contigo? - reclamo furiosa.- te llamo el idiota controlador de mi padre ¿cierto?

-Dile a tus amigos que se marchen por las buenas. Se terminó la fiesta "Cerezo".

Los tres se metieron al cuarto, y salieron luego de varios minutos ya vestidos.

Ella tomó las llaves y se disponía a salir detrás de los dos sujetos cuando la tome del brazo y la meti dentro de la casa.

Luego apagué la luz del porsche.
Los dos tipos subidos en el jeep aceleraron varias veces hasta que se dieron por vencidos y se largaron.

Tenía a Saku presionada contra la puerta y mi mano cubria su boca para que no gritara.

Se habia movido tratando de librarse de mi pero en cuanto se dio cuenta que se frotaba contra mi erección se quedó quieta.

La solte y me empujo. Estaba tan cabreada que me excitaba aún más.

-Molestia - espete.

-Acabas de arruinar mi noche- refunfuño.

-Arruinaste mi tarde, y además hiciste un desmadre en la casa.
Yo no pienso limpiar eso - apunte al salón donde las botellas seguian apiladas en la mesa.

-¿Por qué volviste? - me reclamó y paso junto a mi empujándome para que me hiciera a un lado.

Luego empezó a revisar en los cajones de la cocina.

Me acerque y abri uno de los gavinetes, saque las bolsas de residuos grandes y le entregué una.

Ella la tomó y empezó a lanzar botellas vacías dentro.

-La vecina se quejo del ruido, es una mujer muy molesta. Por esa razón nunca di fiestas en casa. - dije cruzando mis brazos y recostandome sobre la barra de desayuno.

-No piensas hacer nada mas que mirar- dijo inclinada sobre la mesa baja junto al sofá. Vacío un cenicero lleno de colillas.

-Tengo una buena vista- respondi encogiendome de hombros.- aunque te prefiero desnuda. - Añadí con una sonrida libidinosa.

Ella me miro fijo como si analizará lo que escuchó.

Luego se pasó la lengua por los labios.

-Mi padre esta con tu madre- reflexionó.

- Y el Nobel es para : Sakura Hatake. - respondí con sarcasmo.

-Eres un imbécil- respondío.-Soy Haruno, no Hatake.

-Pero Kakashi es tu padre...- dije confundido.

-Damas y caballeros ha ocurrido un terrible error, el Nobel será para Sasuke Uchiha. - respondió y luego soltó una carcajada.

Terminó de llenar la bolsa y cuando iba a tirarla la tome del brazo.

-Deja yo la tiro- estaba pesada y muchos de los paquetes que iban dentro eran de los snacks que me comi por la tarde.

Puse la bolsa en el contenedor y regrese.

No estaba por ningún lado.
La busque por la sala pero nada.

Fui hasta su cuarto, y toque la puerta.

Ella abrió y me miró seria.
-¿Qué quiéres?

-No lamento haber arruinado tu fiesta. - inflo sus cachetes y estaba roja de irá.

Me encanta como se pone cuando esta furiosa.

-¿¡Viniste sólo a decirme eso!? ¿Mikoto te dejo caer de cabeza cuando eras un bebé?

Solte la risa.
-Explicame lo de tu apellido- le pedí.

-¿Por qué?

Mire mi reloj.
-Porque estoy desvelado y necesito una buena historia para dormir. Además ser el Grinch de las fiestas clandestinas es una tarea agotadora. Y mi nuevo trabajo de niñero me obliga a estar acá.

Una mueca se formó en su boca, estaba conteniendo la risa.

-No puedo, justo estaba por meterme a la ducha. Tal vez otro día, o en otra vida.

Me cerro la puerta en la cara.
Sonreí. Había algo en ella que me estaba volviendo loco.

Mamá me llamo temprano, para avisar que la ruta seguia bloqueada.

Esperaba que me comporte como anfitrión. Hasta que ellos pudieran regresar.

Afortunadamente la idea ya no me parecía tan mala.