20- Serotonina, endorfina y dopamina

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Cuando estamos enamorados en nuestro cuerpo tienen lugar reacciones químicas que nos hacen sentir felices.

Mi ritmo cardíaco se acelera en cuanto pongo un pie en la cocina y la veo preparando el desayuno,  mis pupilas se dilatan, mis manos se remueven inquietas.

Y me encuentro en una burbuja de bienestar, biológicamente hablando.
Todo mi cuerpo secretando enormes cantidades de hormonas.

Feliz,  y enamorado. Si, asi me siento. Su risa, su pelo desmadejado, su ceño fruncido. ¿Ceño fruncido? ¿Por qué me mira asi?

—¿Me estas mirando el trasero? — su voz rasposa me avisa que al igual que yo, recién se levanta.

—¿Quién, yo? ¡Noooooo!— levanto mis manos atajandome y niego varias veces, entrecierra los ojos y me mira fijo— Bueno si... Pero en mi defensa,  diré que lo recordaba menos grande— un repasador vuela hacia mi rostro y estallamos a reir.  Se aclara la garganta y suspira.

—Sentadillas— me señala con la cucharita de su cafe. — muchas cantidades de sentadillas. — reconoce.

—Benditas sean— digo mientras ella se sonroja y rie.— ¿Qué harás hoy? — pregunto mientras me siento frente a ella. Deja un cafe frente a mi.

—Tengo que estudiar— resopla.

—Has estado estudiando mucho,  que me dices de tomarte dos horas.  Iremos a la playa. — digo con una media sonrisa que nunca falla. Ella se ve dudosa — Psicopatología va a estar esperandote para cuando regresemos— le insisto.

Termina por aceptar, y me remuevo inquieto en mi banqueta.

Tengo dos horas con ella en bikini. ¡Super!

Mientras se cambia, preparo un bolsito térmico con sanguches, y unas bebidas frescas.

Agrego dos lonas y toallones a un bolso de mano.

Ella sale de la habitación con un solero color negro, su piel blanca resalta, al igual que su cabello rosado.

—Lleva bloqueador— le digo. —Estás muy blanca.

—Pasó mucho encerrada leyendo— se justifica.

—Con más razón, necesitas unas horas antes de volver a encerrarte.
Un poco de sol y arena te van a sentar de maravilla.

(...)

Conduje lo más lejos que pude,  mientras escuchábamos música  dentro del coche.

Ella cantaba Tourniquet de Evanescence. Y yo trataba de controlar la erección que crecía en mis pantalones.

¡Joder,  desafina horrible pero aún asi es hermosa! 

Llegamos a un pequeño sitio lleno de médanos, algo alejado de las playas públicas.

Nadie que nos moleste.

Bajo las bolsas y ella me sigue de cerca.

—¡Qué lindo lugar, Sasuke! — exclama entusiasmada. — ¡Dios,  necesitaba esto! — se quita las sandalias y corre hacia la orilla, sus pies tocan la espuma y sonríe feliz.

Busco sombra donde estirar las lonas. La veo sumergirse, su risa me llega con la brisa. Su solero y sandalias estan tirados sobre la arena, lejos del limite hasta donde llega el agua, me quito la remera y la dejo con sus cosas, me uno a ella,  tomándola por sorpresa de la cintura y levantandola sobre mis hombros.
Camino hasta que el agua me llega el pecho.

Ella se sujeta de mis manos con fuerza.

—Estamos muy adentro— jadea.  La deslizo hasta que sus piernas se envuelven en mis caderas, en donde estamos, claramente no hace pie.

—No me sueltes, es muy profundo,  no soy tan alta como tú— gime en mi cuello.

—¿Tienes miedo? — pregunto con picardía.

Me mira y afectivamente esta palida.
—No se llama miedo, se llama respeto. Le tengo mucho respeto al mar, por lo tanto solo me adentro unos pocos metros. No soy tan buena nadadora— siento sus brazos sujetarse con fuerza de mi cuello,  cuando una ola nos empuja.

Empiezo a reir.
—Te tengo— aprieto su cintura pegandola más a mi— nunca te soltaría— apoyo mi frente sobre la suya.

El agua nos va meciéndo, retrocedo algunos metros pero no demasiado.

Ella sigue con sus piernas envueltas en mi cadera y estoy usando todo mi autocontrol para mantener mi miembro en reposo.
Lo cuál esta resultando una verdadera misión imposible con sus pechos frotándose contra mi, y su mano jugando con mi cabello.

¿Su mano jugando con mi cabello?
La miro y ella se muerde el labio.

—Te cortaste el pelo,  pero sigue largo aquí— sus dedos masajean mi nuca, cierro los ojos y un gemido involuntario se escapa de mis labios.

Luego siento su boca sobre la mía,  su lengua frotándose con mi lengua.
Y ya no hay autocontrol que valga.
Estoy perdido.

Ella es tan suave, y sabrosa como la recordaba.

"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)Where stories live. Discover now