"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)

7- Ella es mia

Mire a la pelirosa desnuda, flashes de lo que habiamos hecho azotaron mi cabeza.

Ella era un demonio, me montó de tantas formas que no creía posible.

Tal vez muera... Pero moriré feliz y satisfecho.

Sacudí a Saku para que despierte.

Demasiado whisky, maldita sea.
Estaba como desmayada. Habiamos estado teniendo sexo como animales. Era normal que este tan agotada.

La tome en brazos y la lleve a la ducha. Me meti con ella, y el agua fria la despertó de inmediato.

-¡Qué rayos! ¿Estas loco? - grito.

-Shhh, alguién esta golpeando.
Dúchate estas llena de mi- Sonreí recordando como me habia corrido sobre su cuerpo- No hagas ruido y metete en la cama, primera puerta a la izquierda. ¡Date prisa!

Ella asintió y se empezó a enjabonar. Yo salí de la ducha y me seque rapidamente, tome un desodorante de ambiente, me puse un short de entrenamiento y corri al living, rocie medio pote de desodorante, quería disimular el olor a sexo lo mejor posible.

Pateé la botella de whisky debajo del sofá. Y abrí la puerta.

Itachi estaba con los brazos cruzados. Apoyado contra la pared. Su cara de enfado era terrible.

-¡Eres patético! Yo te enseñe todo lo que sabes y debo decir que me da vergüenza que seas tan obvio.

-No se de que estas hablando.- dije con mi mejor cara de póker.

-¡Te acostaste con ella! No necesitas vaciar un desodorante de ambiente en el living, tu cara lo confirma.- sonaba tan convencido y me conocía tan bien que era imposible tratar de convencerlo de lo contrario.

-Lo siento. Bebimos y todo se salió de control.

-Okay, te diré dos cosas.
Mamá esta furiosa. Y Kakashi solo esta preocupado. Creo que en el fondo conoce muy bien a su pequeña.

-¿A qué te refieres? -cuestioné preocupado.

-Él me mando a cerciorarme de que estaban bien. Y dijo que Saku sabia como ocacionar problemas a su alrededor. Mamá cree que tu tienes la culpa. Pero su padre cree que eres inocente.

-De hecho lo soy, en parte.- dije aliviado. Me llamaba la atención que Kakashi se lo tomará tan bien.

- Usa la mentira verdad, para justificar esto. Llama a mamá ahora. Esta muy angustiada.

-Yo le mando un mensaje a su padre para que se quede tranquilo.

-Yo lo haré, gracias Ita. - mi hermano sonrió y se marchó.

Bien, mentira verdad, es una gran idea Itachi.
Tome el móvil y llame a mi madre.

-Hola mamá, de verdad lo siento mucho.- dije con pesar.

-Sasuke, ¿¡dónde se metieron!? ¿La hija de Kakashi está bien? Se suponía que nos esperaran en casa. ¡Te pedi una sola cosa! Hace tres horas que los estamos buscando.

Sonaba tan enojada, y decepcionada de mi que me dolía escucharla.

-Lleve a Sakura a la playa, y estábamos muy cansados, vine a casa a buscar ropa y luego ibamos para tu casa a esperarlos, pero empezamos a beber unas cervezas y a revisar mi colección de discos. Ella tiene mis gustos musicales, y simplemente nos embriagamos y nos quedamos dormidos en el sillon.

-¿Por qué no respondían al teléfono? Sabes que casi fuimos a la comisaría a reportarlos como desaparecidos. Llame a Naruto, y me aseguro que se fueron temprano de la fiesta en la playa. Ay Sasuke, estaba tan preocupada.

-Lo siento, de verdad, ahora despierto a Saku y vamos para allá.

-No, no quiero que manejes si bebieron, faltan unas horas para que amanezca. Ve a descansar, cuando se despierten por favor traela a casa. No quiero tener problemas con su padre.

-Lo siento, te prometo que la llevaré en cuanto despierte.

Colgue y suspire profundo.

Luego llame a Kakashi.

-Sasuke- dijo apenas atendió.

-Oye, lo siento, bebimos y nos dormimos en el sofá mientras escuchábamos música. Ella está bien, esta dormida. Le dije a mamá que en cuanto despierte iremos.

-Si conozco a mi hija, y creeme que la conozco... Estoy seguro de que esto es obra suya.- sentí como tomaba aire y luego suspiraba- No te preocupes Sasuke, sólo intenta que no se meta en problemas. Haré una parrillada mañana. Los esperamos.

Kakashi era definitivamente un gran tipo. Me sentí mal por engañarlo. Pero algo me decía que no era fácil engañarlo, simplemente se dejaba engañar.

Mi madre me había regañado como a un niñito. Esa molestia pelirosa era un imán de problemas.

Entre a mi habitación y la vi plácidamente dormida en mi cama.

Ella es mía... Al menos por ahora.