16- A partir de ahora.

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Cuando tenía 23 años conocí a Saku, ella era una niña rebelde, en conflicto con sus padres y con ella misma.

Yo tenia metas y mi vida casi resuelta. Ella era todo lo que me atraía y gustaba de una mujer en ese momento. Pero "ese" no era "nuestro momento".

Pase noches enteras pensando en escribirle. Sólo decir "¿Hola, qué cuentas?" pero ella tenía que resolver su vida, y yo tenía que ocuparme de la mía.

Ninguna mujer se había colado en mi mente como esa niña pelirrosa.
Y ahora estaba a punto de descubrír que no era más una niña rebelde.

Su vuelo llego con un retraso de casi dos horas.

Estaba cansado, irritado. Y muy ansioso.

Cuando la puerta de embarque se abrió y los pasajeros empezaron a salir, no tarde mucho en divisar su brillante y llamativo cabello rosa.

Lo traía mas corto, mucho mas corto, casi a la altura de los hombros, lucia unos Jeans gastados y un simple sweter largo de color verde claro.

Empezó a buscar entre la multitud alguna cara, familiar, sospecho que esperaba ver a su padre, tal vez a mi madre o hermano.
Mas nunca hubiera esperado verme a mi.

Sin embargo la sonrisa que apareció en su boca fue preciosa y perfecta. Con pasos seguros, y arrastrando un gran valija con rueditas se fue acercando.

-Hola tú... - dijo y note como hasta su voz habia madurado. Tenia un brillo en los ojos que nunca antes le había visto.

-Hola tú - respondí sin dejar de ver sus ojos.

-¿Pensé que mi padre venía por mi? - miro detrás de mi y alrededor.

-Su reunión se atrasó. Vamos, te ayudo con eso- me ofrecí a tomar la valija. Asintió y caminamos juntos al estacionamiento.

-Creí que iríamos por un taxi- murmuró al ver que me metia en las filas de coches.

Saque del bolsillo de mi saco la llave y accione la alarma para desactivarla. Las luces parpadearon y ella miró sorprendida mi coche.

Abrí el baúl y meti su equipaje.
Luego le abrí la puerta y la invite a subir.

-Iremos a mi casa. Lo siento, se que no te avisaron, de hecho yo lo supe esta tarde.

-¿A tu casa? Pero... Sasuke yo lo siento. Pasó tanto tiempo, y nunca más hablamos. Debería haberme disculpado antes. Fui una tonta.

-Cinco años... Y la vida dio una gran vuelta para ponernos otra vez en el camino del otro. - Sonreí. Ella movia sus manos sobre las piernas. Se veia nerviosa. - Mamá mando a decorar el cuarto de huéspedes, dijo que te esperaban para fin de mes.

-Oh... Si, es que termine antes y quería estar acá para empezar a adaptarme.

-Tengo una habitación extra, no hay problema.

Me miró sorprendida pero no dijo nada. Puse el coche en movimiento.

Cuando llegamos al edifício no pareció sorprenderse. Pero sabia por mi madre que ella había viajado en varias oportunidades. Yo hacia coincidir sus visitas con viajes personales. Para no verla.

Qué inmaduro fui... Aunque no me arrepiento, las cosas se dieron asi y esta bien. Me gusta pensar que podemos empezar de cero.

Baje su valija y me siguio en silencio hasta el ascensor.

-Te vez muy bien con ese traje- observó.

-Gracias, me costó un poco acostumbrarme. De todas formas solo los uso en el estudio, y en el juzgado. Tú te vez bien, estas distinta, tu cabello, me agrada.

-Gracias- respondió y su rostro se volvió rojizo. -¿Crees que pueda bajar luego a ver a Izumi y los pequeños? - pregunto al ver que subíamos, Itachi vivía en el primer piso mientras que yo estaba en el séptimo.

-Claro, no veo porque no.- llegamos a mi departamento y abri la puerta dándole paso a ella primero.

Sus ojos se posaban sobre todo lo que había. Los sillones eran nuevos, la mesa baja era la misma al igual que la alfombra.

Una sonrisa tiro de la comisura de su boca. Había pensado en deshacerme de la alfombra, pero cada vez que la miraba, recordaba su cuerpo bajo el mío gimiendo mi nombre.

Razón suficiente para conservarla...

Lleve su valija atravez del pasillo, había adquirido este departamento porque tenia tres habitaciones y planeba poner un pequeño estudio.

-¿Te gusta? - entre en la habitación pegada a la mía y deje su valija junto a la cama. - Pensaba reemplazar los muebles pero no he tenido tiempo.

-Es perfecta Sasuke, de verdad te agradezco que hagas esto por mi.

-Ni lo menciones- Sonreí - ire a cambiarme. Te veo luego.

Salí del que ahora era su cuarto.
Y entre al mío con el corazón latiendo acelerado, a partir de ahora vivíamos bajo el mismo techo.

No importaba si serían dos semanas o dos meses...

"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)Where stories live. Discover now