"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)

24- ¿Amigos o enemigos?

Teníamos todo preparado para contraer matrimonio.
Y aunque llevabamos tiempo viviendo juntos, sentía que ese papel firmado por ambos lo volvía a aún  más real.

El regalo de bodas de Kakashi y mi madre, incluia la reserva de un lujoso hotel, donde pasaríamos el fin de semana, y se celebraría la boda.

El Domingo estaba planeada la ceremonia, al mediodía, en la playa privada del hotel. Mikoto había mandado a poner un altar,  y el padre Hiruzen oficiaria nuestra unión. Luego la recepción con familiares y amigos, algo tranquilo. Ya que limitamos los invitados a sólo los mas cercanos.

El viernes por la tarde nos instalamos en la suite del piso 12.
Era enorme, con un balcón que tenía una espectacular vista del mar, nos quedamos abrazados mientras el sol se empezaba a ocultar por el horizonte.
Nuestras valijas eran más grandes,  porque después de la recepción del Domingo nos iríamos una semana a Las Aguas Termales. Ese era el regalo de bodas de Mebuki. Me sorprendió mucho que pensará en algo asi de genial. Después de revisar la reserva y asegurarme de que ella no estuviera instalada en la habitación contigua a la nuestra, durante la estancia, decidí que si era un gran regalo.

—Casi no tengo ganas de salir esta noche— se quejó Saku mientras entraba en la habitación y se tiraba sobre la enorme cama con dosel.
Se veia tentadora, y por unos momentos tuve muchas ganas de escribirle a mis amigos y suspender la salida. Pero ya estaban bastante intensos. Sólo Dios sabe a cuántas burlas me exponía si hacia eso. Suspire y me acurruque a su lado,  mientras frotaba su espalda.

—¿Quiénes van a salir contigo esta noche?— los chicos me esperaban en el bar de Shino para mi despedida de soltero. Mientras que Saku se reuniría con unas compañeras de carrera y mi cuñada.

—Izumi, Ayame, Hinata y Yugao,  tu madre dijo que cuidará de los niños.  Ya que Itachi estará en tu despedida. Espero que se comporten.— frunció el ceño y solté la risa.

—¿Debería preocuparme? ¿Cinco mujeres solas, en un bar? — ella se giro y hábilmente se subió  sentándose sobre mi pelvis.

— Mmm— me movi sugerentemente y ella gimió mientras se mordía el labio.

— ¿Yo debería preocuparme?  Chicos sexis en un bar...  Espero que no lleven mujeres.

—¿Sexis? — ahora era yo quién fruncia el ceño.  Ella sonrió coqueta.
Empecé a hacerle cosquillas, hasta que mi pene despertó con sus movimientos. —Vamos a la ducha, te voy a mostrar lo que es sexi.

Terminamos agotados en la enorme bañera.

—Joder, no siento las piernas— gimió mientras el agua corria por su espalda.

Nos vestimos y tras unos cuantos cambios por parte de Saku. Nos fuimos cada uno por su lado.
Me aseguré de que usara pantalón y no esas polleras cortas que se probó al principio.

Las chicas la esperaban en el Hall del hotel. Yo subi a mi coche y me dirigí al bar de Shino.

El lugar estaba repleto de gente que bebia y bailaba.

Mi amigo había preparado un reservado sólo para nosotros.
Naruto trajo un enorme cartel que decia VIP pegado a una cartulina y Shikamaru consiguió dos columnas de hierro pequeñas, prestadas por el dueño de una discoteca que cerró hace tiempo, eran las que usaban en la entrada para cortar el paso.
Cuándo llegue y vi la zona reservada solte la risa.

En una mesa llena de bebidas,   rodeados de sillones y con la luz mas tenues, estaban mis amigos.

Parecían estrellas de cine, músicos,  las mujeres no dejaban de mirar hacia la zona VIP. 
Kiba movio la cadena permitiéndome el pasó.

—¡Llegó el sultán! — gritó Naruto,  con el autoparlante. 

Shino y Shikamaru me pusieron un caftán y me empujaron hasta un sillón grande en medio de los demás asientos, me hicieron sentar y luego Itachi apareció con un turbante que colocó sobre mi cabeza y una soga, con la que me ato las manos a los apoyabrazos del sillón.

—Ustedes estan locos. Itachi, no puedo creer que te dejes influenciar por ellos. — me reí nervioso.
No sabía lo que tenían planeado. —¿Cómo se supone que beba algo con los brazos atados? — me quejé.

—Tendrás quién te atienda Teme— dijo Naruto con una sonrisa socarrona, que me puso la piel de gallina.

Dos mujeres vestidas de odaliscas salieron de las sombras, tragué en seco.

—Saku va a matarme, y también a ustedes. —Resople. Una de las chicas tomo un trago y se sentó en mis piernas llevando el vaso a mis labios. —Joder— las carcajadas de los chicos se hacían eco. Bebí mientras la chica de enormes senos estaba sobre mis piernas muy cómoda.

Naruto saco una selfie de nosotros tres.

-Si mi novia me deja por esto voy a matarlos.- Gruñi inútilmente.