"La Hija del Marido de mi Madre" (Sasusaku +18)

19-Me gustas

Los gemelos  literalmente pusieron a Saku a rodar por la alfombra.
Me sorprendió cuánto la conocen,  y como jugaban los tres con ella,  incluso Itami,  que  para ser sincero,  cada vez que piso la casa de mi hermano,  se me pega como un koala, hasta que me voy.

—Los niños la adoran— me dice Izumi,  que me pescó mirando como ruedan y rien. 

—¿Ella venía seguido antes?— digo sin despegar mi vista de ellos. Las carcajadas de los tres inundan el departamento y es un cuadro que deseo guardar en mi cabeza. 

—Si,  cada vez que tenía que dar algun final, ha estado estudiando Psicología, clases no presenciales. Ella es muy inteligente,  deberías ver con que facilidad aprueba sus cursadas. Los últimos dos años  estuvo viniendo casi dos veces al mes. Paraba donde tu madre por dos días y luego regresaba. Siempre se hacia un ratito luego de sus exámenes para venir a ver a los niños. Pero este año tiene prácticas. Y por eso se quedará más tiempo. —
Izumi me mira con sorpresa— No tenias ni idea ¿verdad?.

—Me pillaste— sonrió, debo decir  que estoy sorprendido. Nunca me la cruce durante todo ese tiempo.
¿Será que ella me evitaba?

—Tia Saku,  ¡Cuentanos una historia!— pide Izanagi, Iori exige que tenga dragones, monstruos y ninjas. Itami resopla, argumentando que siempre son historias de niños, que ella quiere una de princesas,  a lo que los mellizos hacen una mueca muy divertida.

Finalmente termina inventando una creativa historia donde una Princesa ninja, salva dos niños guerreros de ser comidos por un poderoso monstruo que escupe fuego como un dragón. Los pequeños se quedan tranquilos por lo que podemos cenar en paz, me siento un poco celoso,  prácticamente no me miraron,  estaban enfocados en ella todo el tiempo.

Tras la cena se quedaron dormidos en el sillón, ayude a mi hermano a llevarlos a sus habitaciones, mientras Saku le ayudaba a Izumi a recoger la mesa.

—¿Tuviste un descanso eh? — me dice Itachi luego de dejar a Iori en su cama, cubro a Izanagi y lo arropo como mamá hacia conmigo.

—Los pequeños traidores ni me miraron. — resoplo. Itachi ahoga una carcajada en su mano para no despertarlos.

—Siempre es así cuando ella nos visita. Hacen lo mismo contigo, solo que hoy se juntaron los dos, y a ella no la veían desde hace unos meses.

—Hmp... Nunca me dijiste que ella pasaba tanto tiempo por acá. — suelto algo molesto. No se porque me molesta tanto en realidad,  yo la evitaba.

—No te ofendas hermanito, pero parecías no querer saber nada de ella luego de que se enrollaron ese Verano y no les fue nada bien— maldito Itachi, debería dejar de contarle todo. Pero simplemente no puedo, al fin y al cabo es quién mejor me conoce. Y teniendo en cuenta que la última vez que alguien me gusto mis amigos llevaron a cabo un exorcismo, creo que no puedo quejarme.

—Ella me gusta— confieso.

—Lo sé— responde serio, antes de abandonarme con mis pensamientos en el cuarto de mis sobrinos.

Ella definitivamente me gusta mucho. Y su versión madura la hace ver aún más interesante.

Voy hasta la habitación de Itami,  quién aún tiene su velador encendido.

—Que descanses princesa— le digo cuándo me acerco a besar su frente.

—¿Irás al próximo partido?  Somos finalistas en la liga juvenil.— afirma orgullosa.

—Si cariño,  no me lo perdería por nada. — hace una mueca y se muerde el labio. —¿Qué ocurre? — cuestionó.

—¿Llevarás a la tia Saku? — algo en su pregunta me preocupa.

—Mmm, ¿no quieres que ella vaya? — ella niega ofendida.

—Nooo,  es sólo que  como ahora vive en tu casa,  podrías  invitarla. Tu le agradas mucho. Creo que le gustas. — sus mejillas se tiñen de un rosa adorable.— ¡No le digas que te dije!— suplica nerviosa.— Mamá  siempre dice que a los hombres hay que explicarles todo porque son muy despistados. Por eso te lo digo. A la tia Saku le gustas mucho.

Una sonrisa enorme se instala en mis labios.

—Gracias tesoro,  no dire nada y te prometo que llevare a Saku al juego.
¿Me guardarías un secreto? — asiente con entusiasmo y lleva su mano a la boca fingiendo que pone un cierre sobre ella. — La tia Saku también me gusta mucho.

Ella ahoga un gritito de felicidad. Le guiño un ojo y salgo de su habitación.