Last Piece ▪︎ GoYuu

Contraste.

La fuente con agua junto a la toalla fue puesta en la mesa en el mismo instante que él tomo asiento, limpiando sus manos con tranquilidad mientras el té era servido. Ni siquiera tuvo que decir algo, su sirviente tan solo tomo la fuente cuando este se encontró listo, cogiendo con su diestra la humeante taza para brindarle un sorbo.

Podría ser una mañana habitual para cualquier otro, sino fuese por los cuerpos desangrados que estaban sacando del lugar, los cuales se hallaban alrededor del ojo rubí que desayunaba con serenidad. No había que preguntar demasiado quien era el causante de tan macabra escena, las manchas de sangre que poseía su kimono era toda la evidencia necesaria.

Es que, si había algo que detestaba, era la ineptitud.

Sentía un total desagrado hacía las personas que carecían de habilidades para a analizar las situaciones, que dependían de ordenes o tenías que explicarle con peras y manzanas lo que debían o no hacer. Lo repudiaba, aún más que desobedecieran algunas de sus órdenes. Sí, es algo complejo de entender, pero mientras los resultados de su desobediencia concedieran resultados positivos para el propósito que les envío, no diría nada.

》 Pero esos seres inmundos no tenían nada de eso, ni siquiera un poco de orgullo.

Respiro de forma honda, dándole un nuevo sorbo a su té, cualquier indicio de enojo siendo poco a poco eliminado de su cuerpo. Hasta Uraume, su sirviente y mano derecha, se le hacía extraño verle tan tranquilo cuando solo hace unos minutos atrás estaba moliendo a golpes a esos hombres. Sumando a que tenía miles de preguntas que hacer, algo que Sukuna sentía debido a su aroma.

ㅡ ¿Qué quieres saber? Tu constante mirada no me deja disfrutar como quisiera de mi desayuno.

Noto como el otro se sobresaltaba, dudando unos segundos sobre si hablar o no, algo que solo le llevo a fruncir ligeramente el ceño. La indecisión tampoco le gustaba.

Y Uraume lo sabía, quizás por eso se apresuro en hablar.

ㅡ Es que no entiendo, Sukuna-sama.   

El ojo rubí alzo una de sus cejas, haciéndole un gesto con una de sus manos para que prosiguiera.

ㅡ ¿Por qué a Geto, Mahito y Choso los dejo vivir cuando tampoco cumplieron con la misión? – si es que pudiera considerarse como "vivos", aun cuando habían llegado con graves heridas, Sukuna no dudo en agregarle unas cuantas más debido a su incompetencia. Pero, aun así, no los mato – Ellos también fallaron en su misión.

Quien estaba siendo cuestionado sonrió, la arrogancia escrita en ese simple gesto, como si estuviera diciendo que la respuesta era obvia. Que ni siquiera debió de preguntarlo.

ㅡ Porque si hubo resultados.

Al tener el humor mejorado, decidió continuar con su explicación, teniendo toda la atención de su sirviente.