No sabía, que aquella sería la ultima noche y ahora sabe...
Que es mucho mejor a cómo estaba antes.
¡五悠!
Gojo Satoru x Itadori Yuuji.
¡EN PROCESO DE EDICIÓN!
✎ Los personajes pertenecen a Gege Akutami.
✎ Actualizaciones lentas, pero infaltables.
✎...
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>> De todas las posibilidades, ¿Tenía que ser esta?
Ni siquiera trato de disimular su malestar, su ceño fruncido no se había borrado desde que pudo distinguir hacia donde se dirigían.
Jamás podría olvidar esos arbustos cubiertos de hortensias. No cuando más de una vez había ido por un ramo de ellas para darlas como un obsequio.
>> Idiota.
Su rabia incremento, se había prometido no volver a pensar en esas cosas. En su propia estupidez e inocencia durante su niñez, en cómo había aprendido a que no podía confiar en todos; ni siquiera en su "familia".
Tuvo que reprimir un suspiro, la tensión de su cuerpo evidenciándose en como apretaba los dientes. Quería girar sobre sus talones y alejarse de ese miserable lugar, de ella. Su aroma a menta empezaba a apoderarse del entono ante el descontrol en sus emociones; un dilema entre cumplir con misión o irse a pesar de fallar.
La sola idea de poner un pie cerca de la tribu Filozof le era repugnante.
Pero huir era un daño a su orgullo y a sus promesas aún peor.
Un gruñido estaba brotando de su garganta, su frustración a punto de superar su límite cuando la frambuesa se empezó a mezclar con la menta, así como unos finos dedos con los suyos.
Ese olor cítrico estaba lejos de ser un sedante, pero para Maki era tan cálido como reconfortante.
La frambuesa hace bastante tiempo que se estaba volviendo una de cosas favoritas.
Un ligero apretón a su mano la devolvió a la realidad, sus ojos buscando esos iris café que tanto gustaba de observar – pero que no tenía el valor para decirlo en voz alta -, unos que tenían la preocupación grabada.
>> Nobara.
ㅡ Maki, ¿Qué pasa? – La omega se acercó un poco más a la de cabellos verdes, liberando más de su aroma al ver que esta se calmaba.
La mencionada hizo lo posible para no sonrojarse cuando Kugisaki poso su mano libre en su mejilla, rehuyendo de su mirada para que la vergüenza no se apoderada de ella.
Aunque era complejo.
>> ¿Cómo es que puede ser tan linda?
Estaba segura de que su pulso se había acelerado levemente, esa sonrisa que le estaba dedicando la caracal la superaba. Tragando en seco, aclaró un poco su garganta, llevando una de sus manos a retirar de la omega.
No quería, pero estaba segura de que el palpitar de su corazón la delataría si seguían muy cerca.
