Last Piece ▪︎ GoYuu

Arrebol.

"Cuando las nubes adquieren un color rojo al ser iluminadas por el sol". 

Nervioso.

Esa era la mejor forma de describir su estado actual.

Muchos parecían no entender el por qué, aun cuando él le había explicado con lujo y detalle las razones. Aun así, solo recibía miradas de profunda preocupación.

ㅡ ¿Estás seguro de que quieres ir? – Pregunto por doceava vez Nobara, apoyando su diestra en su hombro.

ㅡ Si te esta obligando solo dinos, podemos ir a hacer que entre en razón enseguida. – Añadió Megumi con un aura siniestra rodeándolo.

ㅡ Siempre es divertido golpear a Gojo-sama. – Apoyo Maki, quien parecía estar debatiéndose si usar solo las manos nuevamente o añadir algún arma como Nanami.

ㅡ Hojuelas de bonitos, algas. (Puedes negarte, yo te ayudo). – Inumaki agregó, siendo el más razonable de los tres.

Yuuji solo pudo suspirar, haciendo un puchero mientras observaba a los demás, aunque una parte de él los entendía. No es como si Gojo fuera alguien amable y empático, más bien era un alfa molesto y burlón con toda la tribu.

El que les generará desconfianza era razonable. Nunca se sabía qué podía llegar a hacer ese albino.

Pero, aun así, el pelirosa nunca se imagino que reaccionarían de esa manera tan intranquila al saber que iría a una cita con el líder de la tribu. Sus expresiones eran dignas de un retrato, como si les hubiese traído recuerdos de guerras pasadas.

Ya habían pasado por lo menos quince minutos desde que le dio su noticia, lapso en donde hasta parecían estar dispuestos a sacrificarse si es que con eso conseguían que no fuera con Satoru.

No lo comprendía.

>> ¿Qué podía llegar a suceder con un alfa y un beta juntos?

ㅡ Yo... – Todas las miradas se enfocaron él, logrando que agachará la cabeza y jugará con sus dedos. – Yo en verdad quiero ir a esa cita, porque... – Sus mejillas se iban tornando en un suave sonrojo. – Porque quiero aclarar este sentimiento que tengo cada vez que estoy con él.

Detuvo un instante sus palabras, reuniendo valor para decir lo siguiente.

ㅡ Creo... que me gusta Gojo-sama.

Sus ojos miraban sus zapatos como si fuesen la cosa más interesante del mundo. La vergüenza que lo consumía no le daba el valor suficiente para ver las caras de los otros.

Porque era la primera vez que hablaba de sus sentimientos.

Que tenía la oportunidad de desahogarse con alguien que no sea un familiar.