No sabía, que aquella sería la ultima noche y ahora sabe...
Que es mucho mejor a cómo estaba antes.
¡五悠!
Gojo Satoru x Itadori Yuuji.
¡EN PROCESO DE EDICIÓN!
✎ Los personajes pertenecen a Gege Akutami.
✎ Actualizaciones lentas, pero infaltables.
✎...
"Es el placer que te produce el sonido de una palabra."
[...]
Este capítulo esta narrado de ambas perspectivas.
>>Satoru.
>>Yuuji.
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La noche había caído sobre el pueblo de Jujutsu.
La ciudad siendo iluminada por los faroles que colgaban fueran de las casas, por esa luz que se filtraba a través de las cortinas y por la generosidad de estrellas que adornaban ese negro velo que los cubría.
Con solo la brisa llenando de sonido el ambiente, Satoru esperaba pacientemente en la entrada del pueblo.
El alto albino portando unos pantalones de tela negro, una camisa informal color crema y su capa blanca con dichos detalles en turquesa. Incluso se había dado el tiempo de peinarse, optando por no llevar la venda; no quería que nada evitará que pudiese ver con lujo y detalle a su cita.
Suspiro, notando como el vaho se formaba con dicha acción.
La temperatura siendo uno de sus mayores beneficios, puesto que le daría la excusa perfecta para tener a ese precioso pelirosa entre sus brazos. Aunque tampoco es como si el otro se negará a muestras de afecto físicas.
Sobo sus manos para que entraran en calor.
En parte también por esa tenue ansiedad que estaba apareciendo.
Algo que lo descolocaba.
No es como si su personalidad calzara con dichas emociones, sus amigos y mayores conocidos podían confirmarlo.
Pese a que lo sabía, aquella sensación solo seguía incrementado cada vez que pensaba en qué situación se encontraba.
Con quién iba a vivirla.
En él.
>> ¿Tan importante es Yuuji para ponerme así?
La respuesta le llego incluso antes de que el mismo le resolviera.
Mediante el causante de sus dudas.
Había dirigido su mirada al oír el leve crujir de la nieve por las pisadas de alguien.
No espero quedarse tan embobado.
Embelesado.
Es que, ante sus ojos, aquel ser que se acercaba a donde él se hallaba situado no podía considerarse real.
No.
Estaba más que seguro que hasta los dioses envidiaban la belleza que ostentaba. Que la luna se sentía opacada y el sol menos brillante.
