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—Nada como una escapada al baño para aliviar tensiones —JungKook lo acorraló, literalmente, contra la puerta del baño de invitados de la habitación justo al lado de la sala de estar donde está TODO el mundo.

—¿Me prometes que nadie te vio salir? —TaeHyung puso sus palmas en el fuerte pecho ajeno, para alejar al ansioso Alfa.

—Te lo prometo, ahora dame un beso —JungKook quitó las manos del Omega, y las guió hasta su cuello.

—Ay, no, que me arruinas el labial y no traje mi bolso para retocármelo —TaeHyung esquivó los labios, y el beso terminó cayendo en su mejilla.

—No seas tonto, no nos vemos desde ayer —el azabache casi que lloriqueó.

—Que no —el menor quitó sus manos de su cuello y se alejó un par de pasos. Empezando a verse las uñas de su mano derecha con desinterés, cambiando drásticamente de actitud—, tu madre es muy hermosa.

¿Huh?

—... ¿Gracias?

—Y tu hermanita es muy linda.

Jeon enarcó una ceja, no pudiendo evitar soltar una risita divertida. TaeHyung es un personaje, tan predecible e impredecible al mismo tiempo, demasiado TaeHyung, de verdad le tocó un Omega de otro mundo.

—¿Sí?

—Sí.

—Gracias, supongo. Aunque estoy orgulloso de mi madre y mi hermana, me temo que no son las más hermosas de esta noche.

Demasiado adulador.

Sabe perfectamente lo que hace.

Y TaeHyung se tuvo que morder el labio para no sonreír. Justo en el blanco.

—¿Ah sí?

El Alfa volvió a acercarse tanto a él, que pronto la nariz posesiva estuvo inhalando su aroma directamente desde su cuello, con las manos traviesas haciéndose dueñas de su cintura. Y aunque TaeHyung aceptó el contacto, siguió mirando sus uñas perfectas como si fueran la gran cosa, incluso con las mariposas en su estomago.

—Te ves precioso —inevitablemente, las palabras susurradas de JungKook mandaron un escalofrío por toda su espina dorsal.

—¿Qué tan precioso?

Fue lo único que se necesitó para que la sonrisa se apoderara de su rostro finalmente.

—Mucho más que todos los que están en esa sala, por mucho —la boca de JungKook hizo su viaje por toda la mejilla de TaeHyung, con su comisura acariciando toda la piel rosada y caliente.

Que lo adulen y lo alaguen es, aunque sea tan simple y superficial, un fuerte pilar para llamar la atención de Kim TaeHyung. Porque, síp, adora la atención, y JungKook ha hecho un muy buen trabajo desde que puso sus ojos en ese Omega vanidoso. A veces sólo es necesario recordarle su belleza y asegurarle que es el más bonito del lugar para obtener su adorable sonrisa, y Jeon ha procurado ir aprendiendo las manías de su muñequito. No tiene ni un sólo problema y no le cuesta nada, porque TaeHyung es ciertamente muy hermoso, y también que sea el más hermoso a donde sea que vaya, al Alfa lo único que le causa es orgullo. Porque es SU Omega, y esa cosita preciosa es suya.

—Eres un bobo —la risita tonta de TaeHyung fue de esas de chiquillo enamorado, aunque no lo quiera reconocer.

Cuando la boca de JungKook dejó varios besos en su mejilla, el castañito volvió a rodear su cuello con sus brazos, esta vez, voluntariamente. Recibiendo los besos y doblegándose, con esa sonrisa que no le quita nadie, si Jinnie estuviera aquí, la burla sería grande. Todo es su culpa por ser tan débil y dejar que ese puerco asqueroso haga lo que se le venga en gana con él.

El Recolector De Corazones Jeon JungKook. >> KookV. Where stories live. Discover now