Te Esperé © |#1| [TRILOGÍA INFIDELIDADES]

CAPÍTULO 39

JANE POV'S

Mi felicidad no puede ser más grande.

Voy a ser mamá.

Todavía lo pienso y no me lo creo, voy a tener un niño, o una niña al cuál podré cuidar, amar, y proteger.

La noticia de alguna manera se hizo pública con rapidez, amistades, trabajadores de la empresa, familia, y seguidores ya lo saben.

Julia pidió unos meses libre en su trabajo, según ella para estar conmigo en mi embarazo.

Llevo tres meses ya, y ha sido hermoso, aunque no tanto para Liam. Él es quien sufrió todos lo síntomas.

Recuerdo estábamos saliendo del hospital, acabábamos de salir del ultrasonido en el cual escuchamos su corazoncito por primera vez.

Había llorado todo el rato, yo también, pero no como él lo hizo la verdad, íbamos en el auto cuando se paró en una esquina de la calle lo que se me hizo raro, estuve a punto de preguntar el porque, pero verlo buscar una bolsa plástica con rapidez en la guantera de su auto, para luego vomitar hasta la bilis me dio su respuesta.

—¿Estás bien?— pregunté un poco preocupada, el solo asintió, para tomar un poco de agua de una botella, y masticar un chicle.

—Lo estoy, pero creo me enferme, no lo sé.

Me quedo pensativa unos momentos, para luego sonreír.

—¿Y si tú eres el que sufrirá los síntomas del embarazo?— pregunto captando su atención.

—¿Cómo? ¿Por qué lo dices? ¿Es eso posible?.

—Claro que si, de hecho, yo no he tenido nauseas, ni cosas así; pero tú si.

Hace una mueca y me río de él.

—No es gracioso.

—Si lo es Liam— no dice más nada, solo pone el auto en marcha.

Y tuve toda la razón, Liam fue quien se la pasó fatal.

Termino de dibujar un boceto con una sonrisa en el rostro.

Alguien toca la puerta de mi oficina, y con voz neutral le ordeno el pase.

La silueta de Liam se hace presente, acompañado de una caja de chocolates en mano.

—¿Es para mi?— pregunto con voz suave, como niña pequeña.

—Y para nuestro bebé, amor— me hace saber entregándome la caja.

—Muchas gracias.

Me levanto de mi lugar, para tomar sus manos, y llevarlo hasta el sofá de mi oficina. Me siento junto a él para estar más cómodos.

—¿Sabes? Ya quiero tener mi vientre más grande, se me hace súper lindo, también quiero que nazca esta pequeña criatura.

Escucho una risa por su parte, como también siento el tacto de sus manos en mi vientre.

Lo acaricia como si esté fuera de cristal y tuviese miedo de romperlo en cualquier momento.

—Todo a su tiempo cariño— es lo único que dice.

Nos quedamos en silencio unos minutos, pero carraspea, para mencionar mi nombre.

—¿Si?— pregunto mientras juego con sus manos.

—Estuve pensando, y quiero preguntarte, si te gustaría que viviéramos juntos, ya sabes, vamos a tener un bebé, y me gustaría cuidar de ti— lo miro un poco sorprendida.

No me esperaba que dijera eso.

—¿Ahora?.

—Es solo si quieres, no es una obligación, solo pensé que ambos estaríamos más cómodos de esa forma.

Asentí entendiendo sus palabras, se a lo sé se refiere, y no es una mala idea, estamos juntos como parejas, y como dice, vamos a tener un bebé.

—Está bien, me parece correcto.

—¿Enserio?— pregunta, pero luego sonríe— Si, voy a tener todo listo, voy a comprar una casa, o un departamento, para que nuestro hijo, o hija, tengo su propia recámara, la cual decoraremos perfectamente.

Sus ojitos brillan con ilusión, lo que me hace tomarlo del rostro para dejar un beso en sus labios.

—Ya quiero que llegue ese momento.

Asiente y se levanta del sofá.

—Me voy, veré algunas cosas, cuando te quieras ir me llamas y paso por ti— dice, para después dejar un beso en mis labios, camina hasta la puerta, pero se vuelve a girar hasta mi, volviéndome a besar— Gracias linda.

Se marcha dejándome sola, y feliz.

—Tienes un papá responsable bebé, míralo pensando en una casa para los tres, para cuando vengas al mundo, vivimos juntos.

EDITADO