Te Esperé © |#1| [TRILOGÍA INFIDELIDADES]

CAPÍTULO 23

Maraton 1/3.

JANE POV'S.

Hace días converse con Marck sobre el asunto pendiente, su reacción fue bastante buena.

Pareció molestarle un poco, pero termino aceptando, e incluso me confesó de haber visto aquel beso entre Nathan, y yo, como también que tomo fotos en aquel momento, y de una manera que no se como, consiguio el número de Liam, y le envió aquellas fotos.

Esa debió de ser una de las razones por la cuál me llamó esa noche.

No se que ganaria con eso, pero simplemente no le dije nada sobre eso. Los meses que me quedan aquí, los quiero pasar super tranquila, y en compañía de aquellos, que considero amigos, y familia.

Nathan, él se ha portado super lindo, es como si nada hubiera pasado, eso me tranquiliza, se que si hubiera sido otra persona, tal vez me tenga rencor, o simplemente se le haría incómodo el estar en un ambiente, como en el que estamos el y yo.

—Quiero que me acompañes a la feria Adrianna— pide Nathan mientras mueve sus cejas de arriba, abajo.

—Esta bien ¿A que hora pasas por mi?.

Pregunto quitando la mirada de mi celular, para luego mirarlo a él, quien parece confundido, haciendo lo mismo conmigo.

—¿Que pasa, era broma?.

—No, no, es que antes de decir que si, pones mil pretextos, y yo tendría que convencerte, pero hoy solo dijiste qu si, eso fue extraño— musita aún con la cara de confusión.

Me carcajeo, y el solo sonríe.

—Me quedan pocos meses aqui, asi que tengo que aprovechar todo al máximo, diré que no a nada.

—Oh vamos ¿Tienes que recordármelo a cada nada?— reclama con un falso enojo, y yo solo me alzo de hombros.

—Es para que te acostumbres más rápido a la idea y lo superes.

–Ya entiendo, debieron de mencionarte más a Liam para que lo pudieras superar ¿Eran una de tus tácticas fallidas?.

Ruedo los ojos, y niego divertida.

—Eso es jugar sucio, así no se vale.

—Para que veas lo que siento, cuando dices que te vas, mala mujer.

—No seas niña, y deja el berrinche, me estas impacientando ya dime la hora en la que me vendras a buscar.

—Ya, ya, esta bien, no te alteres, a las siete la quiero lista señorita, ni un minuto mas, ni un minuto menos— musita con un toque divertido.

–Como usted ordene.

Pasan unos diez minutos y el se retira de mi departamento, miro el reloj de pared y son apenas las cuatro y veinte de la tarde, me queda bastante tiempo.

Organizo un poco mi habitación, utilizo mis redes sociales, leo uno de mis libros, y por ultimo me dispongo a buscar la ropa que voy a utilizar, en eso se me pasa el tiempo. Cuando veo la hora nuevamente ya son casi las seis, bueno no soy de esas chicas que duran una eternidad buscando ropa, y maquillándose, para nada.

Tiempo después me encuentro duchada y con mi ropa sobre la cama, me dispongo a cambiarme, pues elegí unos leggins negros, un suéter de un rosa poquito oscuro, y unas deportivas blancas.

Opte por dejar mi cabellera suelta, y en mi rostro aplicar un maquillaje suave, solo polvo, máscara de pestañas, y brillo labial.

Antes de las siete yo estaba lista, y sentada en mi sofá. Y como dijo a las siete en punto, el ya estaba tocando mi puerta, ¿Sera que vino antes y se quedo ahí sin tocar hasta que dieron las siete?.

—¿Como estuviste tan puntual?— pregunto con los ojos entrecerrados al abrir la puerta.

Él sonríe y pasa, sin pedir permiso.

—¿Ya estas lista?— indaga mientras se acomoda en mi sofá— Si no, puedo esperar.

—Ya estoy lista Nathan.

—Te dire algo, para ser diseñadora, vistes muy casual, las que he visto, usan ropa, raras.. por así decirlo, tú no, tú vistes normal.

—Varias personas me lo han dicho, solo visto, raro como dices, cuando hay un evento, y cosas asi.

—¿Entonces ya estas lista?— vuelve a preguntar haciéndome poner los ojos en blanco.

—Que si pesado, anda levántate de ahí, y andando que ya quiero llegar a la feria— musito con un poco de emoción.

Hace mucho no voy a una.

Él se levanta y yo tomo mi cartera, salimos del departamento, y veo como se para al lado de un auto bastante bonito, es un BMW Z4, y me encanta.

–Pensé que no tenías auto.

–Es que esta hermosura solo sale para momentos especiales, además tengo a Kyle de Uber.

Esto último me hace reir, y niego con la cabeza.

Abre la puerta del copilota invitándome a entrar al auto, y asi lo hago.

—Vas a pasar la mejor noche de tu vida, a que sí— dice con una enorme sonrisa, para después poner el coche en marcha.

EDITADO