Epílogo.

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No fue la mejor noche al final.

Nico Potter es su nombre. Y ese niñito castaño de ojos verdes es el primer hijo de Meredith y James Sirius.

Él ya casi tenía un año y era un completo dolor de cabeza, no parecía poder separarse de su mamá en cuanto la veía, e incluso era el que se ponía en medio de la pareja en las noches.

La pareja que próximamente se casaría. Exacto, tienen un hijo pero aún no están casados, fue un antojo de Meredith, no quería verse gorda el día de su boda por lo que se negó a casarse estando embarazada.

Pero aquello no afecta al hecho de que están muy bien juntos. Se sienten amados y confiados con la persona con la cual están, han pasado por mucho, aquello no dice más que tendrán una vida con una relación fuerte y sana.

Volviendo al tema de Nico (Sólo Nico, por favor, él odia oír la palabra "Nicolás" en los labios de otra que no sea su mamá) ahora mismo, él estaba recostado en la pared del baño, tras Meredith, quien estaba cepillándose los dientes y mirándolo.

Sacó el cepillo de su boca y escupió la pasta dental, luego se volvió a su hijo.

- Mami necesita privacidad ahora -Dijo suavemente-. Mami quiere hacer pis en paz.

Nico siguió mirándole, con sus ojos verdes saltones adornados de largas y gruesas pestañas, en aquello se parecía tanto a ella, al igual que con el hecho de ser sordo cuando le dicen algo que no quiere oír.

-Por favor Nico -Rogó arrodillándose junto a él-. Voy a explotar si no hago pipí. Pero no puedo hacerlo ante ti.

Pasó un minuto hasta que él accedió salir del baño. Meredith fue al inodoro dando saltitos y se sacó los pantalones con rapidez.

Mientras orinaba con los ojos cerrados, Nico volvió a entrar y se posicionó ante ella.

Pegó un grito cuando vio a su hijo observándola hacer pipí. Él lloró por el susto.

-Ay dioses, no llores mi amor. Lo siento, pero no deberías asustarme mientras hago pis.

Lo subió a sus piernas, aún sentada en el inodoro e hizo hasta lo imposible para calmarlo.

Media hora después Lily llegó a la casa. Buscó a su amiga por todas partes hasta que la encontró en el baño, narrándole la historia de Caperucita roja a su sobrino... En el inodoro.

-Es el colmo -Exclamó tomando al niño y sacándolo de allí -. Toma una ducha y ponte algo decente, hoy vas a ir a socializar.

- ¿Qué? -Pregunta mientras poco a poco volvía a sentir sus piernas.

-Haremos tu despedida de soltera... No importa que ya tengas un hijo -Le tapó los oídos a Nico-. Hoy hagamos como que no existe.

- ¡Lily!

- ¡Meredith! Haz lo que te digo, ahora.

Rodó los ojos mientras se despojaba de sus ropas para tomar una ducha, luego de eso salió con una toalla rodeándola, Lily estaba ante su clóset y Nico dormía en la cama.

- ¿Cómo lograste eso? -Le inquiere sorprendida.

Lily sonríe, y es esa sonrisa malévola que tanto miedo le da a Mar.

-Tengo mis métodos. Anda, ya ponte tu ropa.

-Okay -Murmura y toma el vestido de la cama, hace una mueca.

Negro, negro, negro.

Ella adoraba el negro en el pasado, porque le quedaba genial, pero, luego de todo por lo que pasó, usando tanto negro en funerales, el color negro comenzó a ser asociado con todas las personas a quienes perdió.

Más que una semidiosa y bruja (S&B3)Where stories live. Discover now