Capítulo 8.

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Capítulo 8. La situación de James Sirius Potter y el ataque a la madriguera.

De mala gana fue a la madriguera, y sólo porque su madre se lo rogó.

Se apareció a varios metros del lugar y caminaba a zancadas lentas y cansadas. Estaba consciente de que se veía mal, pero no podía estar mejor que eso.

Tocó la puerta un par de veces y su abuela abrió. Al verlo se escandalizó.

—¡James Sirius Potter! ¡Qué delgado estás! —Le regañó mientras ingresaba a la casa. Luego lo abrazó con fuerza—. Ay mi niño, ¿Es que no has comido en todo este tiempo?

—Lo hice abuela —Murmura sin emoción —. ¿Qué pasó?

Ella lo guió a la sala y se exaltó un poco al ver a todos reunidos allí. Y ver a Andrómeda Greengrass fue como una patada en el estómago.

Porque era igual a ella, pero no era ella.

—¿Qué pasa?

Como nadie quería decírselo, Lily abrió la boca.

—Sería mejor que te sientes, Jamie.

Lo hizo con desgano, en cada movimiento Andrómeda le observaba atentamente.

Su hermanita se sentó junto a él, tomando sus manos, ella no podía ocultar su emoción.

—Meredith —El nombre le daba como cuchillos en el corazón —. Meredith no está muerta, James, no lo está.

Parpadeó y no mostró ninguna otra emoción. Ladeo la cabeza.

—No mientras Lily, no me hagas eso.

—¡No miento James! ¡Es enserio! No está muerta.

El calor subió por su pecho hasta que la vista se empañó con lágrimas que no caerían frente a su familia.

—¿Dónde está? —La emoción se vio reflejada en su voz, mirando a los lados.

—Eh —La sonrisa de Lily cayó —. Yo...

—Lo importante es que está viva —Andy habló, y tenía su voz, pero ella era más fría —. Y que yo voy a traerla de vuelta.

—Yo quiero ir por ella —Dice con decisión.

Andrómeda chasqueo la lengua.

—Perdona, pero no, no irás.

—¿Por qué no?

Ella hizo una sonrisa cínica mientras se cruzaba de brazos y todos mantenían su silencio.

—James, no es que esté a la vuelta de la esquina...

—Ya lo se.

—Ella está en alguna parte del mundo con un tipo loco que quiere terminar con mi supuesto tío. No puedes ir por ella solo así.

—Si puedo.

—¡No James! —Dice un poco más alto—. Mira, ella volverá, ¿Si? Pero tú no irás a buscarla, lo haré yo.

—¿Por qué?

La chica miró a todos y luego caminó agilmente hacia él, le tomó del brazo y lo sacó a rastras de la casa, al patio.

—¿Por qué no puedo ir? La quiero, no, la amo, yo quiero buscarla, yo quiero traerla.

Que... Cursi y dulce es. Pensó ella arrugando la nariz.

—Potter, yo no seré tu mejor amiga, pero siendo un poco buena persona, diré que no voy a arriesgarte —Rodó los ojos—. Así que con calma, Romeo, yo voy a traerte a tu Julieta.

Más que una semidiosa y bruja (S&B3)Where stories live. Discover now