Capítulo 32.

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Capítulo 32. Las cazadoras en el campamento.

No estaba feliz, y dudaba que llegara a estarlo en algún momento de ese maldito día. Si su noche no fue para nada placentera gracias a pesadillas en las cuales Apolo le repetía una y otra vez que sólo estaba jugando con ella.

Agh, odiaba querer a Apolo, odiaba a Apolo, odiaba al estúpido amor.

Despegó su trasero de la cama y caminó por su cabaña hasta el otro lado, donde Percy dormía, babeando como siempre. Le dio un pinchazo de emoción al notal que tenía al menos a un hermano junto a ella, con una mano temblorosa tocó el cabello rebelde de Percy y dio un suspiro.

No se sentía como una chica de diecisiete años, sino más bien como una anciana que ya no tenía nada que hacer en esa vida, en su caso, ya no tenía casi nada más que Meredith.

Se apartó de Percy y fue hacia el baño, tomó una ducha y luego se quedó con sus pantalones puestos mirando dos camisetas, la del campamento y una camiseta normal, ella nunca había usado la camiseta del campamento, era algo que su primo Nico y ella tenían en común, no se sentían muy bien allí, pensó un buen rato y luego decidió al fin, que utilizaría esa chillona camiseta naranja porque le daba la maldita gana y ya.

Salió de la cabaña en el momento justo en el cual Percy caía de su cama, despertando así. Vio que había ya muchos campistas despiertos, entrenando o simplemente llevando armas y municiones de aquí para allá.

Muchos de ellos se le quedaron mirando por unos segundos, puede que sorprendidos porque era la primera vez que ella llevaba la camiseta del campamento, y apartaban la vista porque Andy se veía intimidante con la pose que llevaba y su expresión. Parecía que podía paralizarte con su gélida mirada azul.

En cuanto vio a Nico di Angelo salir de su cabaña, no dudó en dirigirse hacia él, quien al verla, quedó tildado por cinco segundos hasta que por fin notó que era Andy e incluso ella podría jurar que él se desilusionó.

-Te pusiste la camiseta -comenta cuando la tiene enfrente-. Es raro, casi te confundí...

-Me di cuenta -le interrumpe-. Deberías ocultar más tus desilusiones por no estar con la gemela querida.

Nico frunció el ceño y la miró a los ojos-. Bueno, tampoco te enojes Andy.

-Admites que es la querida -murmura y tal vez ella sintió dolor por ello, aunque ya lo sabía.

-Ambas son queridas -le masculla-. Y no estamos para que saques tus celos hacia tu hermana, que por cierto está secuestrada, reordena tus ideas Andrómeda, concéntrate en lo importante.

Respira hondo y asiente, el hijo de Hades tenía razón, ella estaba desviándose del punto, debería pensar más en la situación que en lo que ella sentía en esos momentos.

Los campistas comenzaron a cuchichear de repente, e incluso a hacerse a un lado. Andrómeda se volteo molesta cuando alguien la empujó a un lado.

-Ey, ¿Quién te crees?

La chica se volteo, se veía joven, casi de su edad, con el cabello color azabache y los ojos de un azul eléctrico, chasqueo la lengua.

-Dije permiso, pero creo que no escuchaste por andar en las nubes.

-Thalía -Nico interrumpió la disputa de miradas asesinas entre las chicas.

Andy alzó las cejas, así que esa era la hija de Zeus que se volvió cazadora... con tanta razón ya comenzaba a querer arrancarle la cabeza.

No, no, no estaba en su mejor momento y ya simplemente deseaba matar a todo el mundo, a ese punto llegaba su mal genio.

- ¿Ella es la... brujita? -le escuchó decir a Thalía y despertó de sus pensamientos.

-Ajá, soy yo -volvió a llamar la atención de la chica-. No deberías hablar como si no estuviese presente, debes de dirigirte a mí...

- ¿O qué?

- ¡Bueno! -Una pequeña pelirroja se interpuso en medio, Lucy-. Hay que calmarnos, de nada sirve pelear otra vez entre nosotros.

Ambas chicas de mirada azul asintieron, relajando los hombros se disculparon en silencio, dado que ninguna de ellas se atrevería a pedir perdón en voz alta.

Caminaron juntas hacia la casa grande. Con las demás cazadoras de Artemisa tras ellas, esas chicas hablaban tranquilamente con Lucy, Nico se había desaparecido sin más.

Quirón les esperaba fuera de la Casa Grande, junto con Dionisio, quien llevaba un vaso de coca cola light en su mano y unos raros lentes de sol.

-Ya era hora -dijo cuando llegaron-. Se estarán preguntando por qué las cité aquí...

-No nos llamaste, nuestra señora nos... -le corregía Thalía, pero él la interrumpió.

-Shhh, Tania, no nos aburras con tus cuentos de hadas.

Thalía simplemente rodó los ojos y miró a Quirón.

-Pueden pasar a la baticueva -Invitó el dios del vino y corrió dentro de la casa.

Era impresionante la forma en la cual él podía decir tantas estupideces en tiempos como esos, a Andrómeda le recordaba a Meredith, y eso le enfermaba de forma impresionante.

-Annabeth vendrá en cualquier momento con algunos de sus hermanos para hablarnos sobre la estrategia -Decía Quirón-. Los chicos de la cabaña 5 siguen intentando que las hijas del amor dejen de chillar y llorar al ver una espada clavada en un maniquí.

Andy bajo la cabeza para no reír por esa estupidez, a la vez pudo ver que Thalía hacia lo mismo, se sonrieron, puede que esa chica llegara a agradarle alguna vez.

-Pues supongo que es una suerte que estemos aquí -dijo Thalía Grace señalando a sus cazadoras-. Al menos gente que sí hará algo.

Se sentaron alrededor de la mesa de ping pong y Andrómeda nuevamente se sintió algo idiota en esa situación, ¿Es que no podían hacer reuniones como esas en otro lugar? Un lugar menos... tonto.

Annie llegó y comenzaron a hablar sobre el lugar donde Cronos tan amablemente les había propuesto la pelea, les informaba sobre los lugares más peligrosos e incluso donde tendrían más cosas a su favor.

Andy se quedó tildada mirando el mapa. Porque reconocía el lugar.

-Esa era mi casa -susurra con la vista perdida.

Cronos los citó a una guerra en la playa de L.A. donde se crió de pequeña. Ding, ding, ¿Oyen esa campanilla? Son puntos a favor de descuartizar a Cronos por semejante insensibilidad. Maldito sea.

¡Hola gente bella!

Tengo una palabra de tres sílabas que tal vez les haga sonreír...

MA-RA-TÓN

Oh si xD

*Corre salvajemente a esperar* En un rato otro capítulo:3

¡Hasta luego!

Más que una semidiosa y bruja (S&B3)Kde žijí příběhy. Začni objevovat