Capítulo 25.

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Capítulo 25. ¿Serías tú la ideal?

Bien, debía admitirlo, esa frase inicial no fue su mejor elección pero estaba tan nerviosa que ni sabía cómo iniciar la conversación.

Primero pensó en un AY POR LOS DIOSES, llorando obvio, AL FIN TE VEO HERMANA DEL ALMA. Lanzándose a los brazos de Andy con mocos cayendo sin parar.

Luego reflexionó que tal vez debía decir simplemente: Hola... Baby. Pero eso sería como estar ligando con su hermana.

Y nadie liga con su hermana luego de meses sin verla. Por favor.

— ¿Es enserio? —Andy carraspeo ya que su voz sonó muy aguda—. ¿En verdad dices sólo eso?

Se encoge de hombros mientras mira al cielo. Todos notaron gracias a eso que sus huesos resaltaban aún más, y que sus facciones incluso la hacían ver más vieja.

—No sabía qué más decir. Lamento desilusi...

Andrómeda la estaba abrazando. A voluntad y fue la que inició el abrazo. No reaccionó de inmediato, estaba muy sorprendida por recibir ese gesto de cariño, además de que el aroma a lluvia de Andy fue tan familiar que lloraría.

Y lo hizo.

Enterró su cara en el cuello de su hermana y la abrazó con fuerza.

—Estoy bien —Le dijo—. Estoy bien, lo juro, no debes preocuparte más por mí.

—Si, vas a estar bien porque volverás conmigo.

Respiró hondo. No iba a hacer eso. No podía.

Se separó muy a su pesar y retrocedió varios pasos limpiándose la cara, Alex quedó a un lado de Andy, con los brazos abiertos, aún esperando su abrazo.

— ¿Y yo? —Exclama el chico—. ¡No es justo! Yo vine por mi abrazo.

—Shhh —Isabel se apareció a su lado y levantó un dedo—. No interrumpas el momento con estupideces.

—Pero...

—Shhh —Le dio una mirada de reproche y luego avanzó hacia Mar —. Tú, ¿Eres la hija de Poseidón de la que tanto hablan?

Las mejillas de Meredith se encendieron—. Depende de lo que digan.

—Si lo eres —Rió la otra—. Toda tu aura lo grita —Señalo su cuerpo—. Me alegra, porque de haber sido la otra...

—¡¿Qué?! —Andrómeda la miró con sus ojos chispeando.

—No es nada personal cariño —Le guiñó un ojo a Andy—. Son cosas de tu aura, deberías dejar el odio y la violencia un poco.

Andrómeda rodó los ojos y mascullo varias cosas poco agradables hacia Isabel.

—También deberías dejar eso —Susurra y sacude la cabeza—. Quiero hablar con Meredith.

— Okay —Balbucea y mira a sus acompañantes—. Sin ellos, ¿No?

—Sin ellos —Afirma Isabel y toma su brazo—. No se alarmen, vamos a hablar, volveremos en un rato.

Primero no comprendió el porqué de que la esté tocando, luego, cuando no vio más que oscuridad que la rodeaba comprendió que Isabel y ella estaban en pleno viaje sombra.

¿Por qué ni Nico ni ella avisaban? Ahora estaba sin aire y mareada.

Cuando otra vez vio algo de luz, Isabel la soltó. Mar se dobló mirando sus pies e intentaba respirar.

—Lo siento, debí avisar —La chica la llevó hasta un sofá y Meredith se desplomó en él —. No estoy acostumbrada a llevar a otras personas.

—No... No importa —Mira a su alrededor—. ¿Dónde estamos?

Era una pequeña habitación, tan sólo estaban ese sofá y algo parecido a un armario en el fondo. Luego, no había un centímetro de la pared ante ellas sin algún arma.

Espadas, dagas, lanzas, pistolas, ¿Eso de allá era una granada? Maldición, va a matarla.

—Más cerca de ellos de lo que te imaginas —Dice Isabel con cierta emoción —. Mira el techo.

Lo hizo.

—¡Oh maldición! ¡Esa chica no lleva ropa interior! —Lloriquea volviendo a cerrar los ojos.

Estaban debajo de ellos. En verdad, el techo era de vidrio (o al menos eso pensó la mente precaria de Mar) El antro estaba sobre ellas y ¡Vio a una chica con su vestido diminuto y sin ropa interior! Maldita vida, matenla

—Eh, lo siento —Murmuró Isabel sonriendo con algo de culpa —. Olvidé informarte que algunas son un poco exhibicionistas.

—Lo olvidas todo hoy, ¿No? —Subió las piernas y las abrazó a su pecho—. Hablame, tal vez así olvide ésta horrenda escena.

Isabel se levantó y caminó hacia el montón de armas, pasó las manos por las espadas y Meredith dudó un poco por si esa mujer era una Christian Grey extrema.

—Hace ya muchas décadas dos de mis antepasados crearon una poderosa arma —Comenzó, su voz parecía a la de Rachel cuando se volvía el Oráculo —. Esa arma fue creada específicamente para asesinar a Zeus.

—Ya lo se, me lo han dicho —Meredith rodó los ojos y dio un pequeño salto hacia atrás cuando Isabel se volteo.

—Ellos estuvieron a punto de deshacerse del rey de los dioses —La miro entrecerrando los ojos—. A punto de ser los que mandaban a los dioses. Pero todo salió mal y mi familia fue condenada a servir a Zeus, cada uno recibió una maldición, tal como cada uno debía cuidar de esa arma con su propia vida hasta una situación como esta se presente.

—Y... ¿Cuál es tu maldición?

Isabel volvió a las armas y abrió una pequeña puertita.

—Vida eterna, todos a los que amo mueren... Pero yo sigo aquí —Sacó una caja de madera, decorada con varios símbolos que Mar no pudo comprender.

La chica le miró, tenía los ojos negros inundados de lágrimas.

—Mi madre murió hace 43 años para salvar a ésta maldita arma. Ella era una hija de Ares debota a los dioses, creía que ellos eran los más adecuados para los humanos, incluso estaba de acuerdo con Zeus —Respira hondo—. Si yo voy a darle esto a alguien, por más que mi deseo sea personal, lo haría si ese alguien también pensara en lo mejor para los demás.

Meredith la miró ladeando la cabeza y con una mueca.

— ¿Sólo se la darías a alguien que esté del lado de los dioses?

—No, se la daré a quien busque el bienestar, según mi madre los dioses eran los adecuados, según yo —Sonríe y mira sus pies—... Tal vez no tanto, pero me han dicho que sentiría algo cuando esté ante esa persona que si se merece el arma.

— ¿Lo sientes ahora? —Isabel asintió lentamente y Meredith tragó saliva—. Yo... Yo no creo ser la adecuada.

— ¿Por qué?

—Porque no se de qué lado estoy. Cronos... Cronos es un idiota, un adicto al poder a mi parecer. Pero Zeus no está muy lejos... Aunque no todos los dioses son como él, no debería atacarlos a todos sólo por uno.

Jugó con su cabello hasta que la mano de Isabel tomó la suya y depositó la pequeña caja en ella.

—Exactamente por eso eres la ideal. Confío en que elegirás bien al final.

Hola!:D

Lamento la tardanza ah :v

Ñañaña, chao xD

Más que una semidiosa y bruja (S&B3)Where stories live. Discover now