Un loco en Highschool DxD

Un loco en DxD[1]

Otro día más en Latinoamérica decía un joven de 19 años, este con un suspiro cansado se levanta.

Con algo de pesar en su mirada camina hacia el espejo más cercano, tenía un cabello semilargo alborotado muy similar al de un personaje de anime, ojeras no muy notorias que daban a conocer sus días de mal sueño y su piel era bronceada.

-Que pereza men.

Habló en para el mismo en voz algo baja.

-Tengo que escribir el nuevo libro de autoayuda, ah por qué no mato a todos y ya, espera Axel no puedes hacer eso, la esquizofrenia te nubla el juicio, de todas formas esto es lo único que me mantiene cuerdo, escribir me tranquiliza.

Habla consigo mismo. El ahora conocido como Axel.

Desearía estar en un mundo de anime, así me importaría una mierda todo y enloqueceria.

Mas pronto que tarde su vista se obscurecio y luego se aclaró.

-¡Pero que Mier!. Jajaja debo tomar mis pastillas, de nuevo estoy alucinando.

Axel de un momento para el otro veía una habitación que no era la suya.

Estaba en una habitación que daba la impresión de ser de un estudiante de primaria, que constaba de una cama para una persona simple de color negro, un estante lleno de libros de física, matemáticas y teorías algo complejas a su parecer, un escritorio con lo que era una computadora pentium, y una puerta de madera café.

Axel sacudió la cabeza con esperanza de dejar de alucinar por su enfermedad, no obstante no obtuvo resultado.

Un leve ápice de miedo subió por su columna vertebral, el no estaba tan enfermo, bueno si, pero una alucinación siempre desaparecía al primer intento.

Con algo de duda comenzó a caminar y tocar la superficie de la computadora.

-Joder. Una de esas tostadoras llamadas pentium, no sabía que la esquizofrenia podría hacerme retroceder en el tiempo.

Bromeó consigo mismo, no creía que su deseo fuera escuchado. Eso déjaselo a los animes y esos fanfics de mierda donde piden deseos asquerosos.

-¡ah!. Debo esperar a que deje de hacer efecto la esquizofrenia, luego buscaré mi medicina. Debería pensar cómo continuar mi libro y tal vez hacer fanfics del kokun en dxd para subirlos a YouTube.

Jajaja, Axel hizo una risa demasiado macabra. En serio gozaba bromeando consigo mismo, el tenía amigos, pero ninguno entendería su humor.

Pasaron 1 hora, luego 2, esto preocupo al moreno, ninguna alucinación había durado tanto, además el que pueda sentir y tocar lo que para el no es más que producto de su mente lo atormentaba.

- ¿ya enloquecí?. ¿Estoy en un jodido manicomio atado y este es un escape de mi mente para no afrontar la realidad?.

- Como si eso pasará, lamentablemente vivo en Bolivia. Lo más seguro es que si estoy loco y atrapado en mi mente, mi cuerpo debe estar vagando sin rumbo en la fría noche.

Axel no era tonto, había estudiado psicología por cuenta propia desde los 13 años y por dios que sabía cómo funcionaba esta cosa.

-Si estoy atrapado en mi mente por lo menos liberaré un poco de endorfina saturando el “sistema de recompensas”.

De nuevo estoy formulando oraciones complejas, como lo digo, haré algo divertido.

A vista de cualquier persona Axel sería una persona desquiciada a toda regla, quien en su sano juicio habla consigo mismo.