Un loco en Highschool DxD

Un loco en DxD[15]

¿Cuando fue que pasó?.

¿Cuando fue que se ablando con la niña rubia?.

Mittelt, ¿por qué no la sacrificó?.

¡Maldición!.

No era un momento para filosofar sobre sus acciones, ¡No!.

Esta era la hora adecuada para dejar en claro por qué es el, por qué no se puede jugar con Axel.

Y por qué vino a este mundo, ¡Si!, Este era el momento.

¡Pero!.

No podía, lo tenían restringido.

¿Por qué?.

Por que siente desesperación y fracaso.

-Axel Fénix, usted debe responder ahora o será demasiado tarde.

Una voz lo llamo desde la realidad.

¡Que se joda!.

Ahora había cosas más importantes que hacer, el hecho de que tenga sentimientos encontrados lo atormentan.

-Axel Fénix, me está dejando pocas alternativas.

De nuevo esa voz.

No importa, no importaba.

Al final demostró que no es mejor que la basura de este mundo, que no importaba cuanto intentase ver los errores de los demás, los suyos siempre estarán ahí, persiguiendolo hasta la muerte.

Levantando la cabeza, Elver vio a sus jueces y verdugos.

Fue Sirzechs Lucifer quien habló primero.

-Bien, como el mestizo no cooperará con nuestras investigaciones, es hora de dar el veredicto. Axel Fénix, usted presentó tener sangre no solo de demonio, sino también de Yokai, de ángel y ángel caído. Si no nos dirá su origen no importa, tenemos un equipo para eso, así que hoy. Axel Fénix, se le condena a muerte, para investigaciones científicas.

Vítores se escucharon por toda la sala.

No obstante, contra toda lógica, Elver no estaba asustado, ni desesperado.

Más bien, levanto la cabeza, como juro siempre hacerlo.

Orgulloso, vencedor, y sin miedo.

Una media sonrisa formándose en su rostro.

Pero una voz interrumpió el ambiente.

Lord Fénix habló con algo de pesar en sus palabras.

-Se que no puedo cambiar los actos hechos por mi hijo, pero quisiera pedir un castigo menos severo.

La sala se ahogó en silencio, mientras murmullos se escucharon en la habitación.

Y, entonces, Elver comenzó a entrar en un estado de trance.

-"¿Piensas que alguien podría querer a una peste como tú?".

Esa.. esa es la voz de mi madre, exclamó Elver mentalmente, demasiado sorprendido.

-"Jajaja, mira como llora la nenita, levántate maldito marica".

La voz de uno de sus compañeros de clase resuena en su mente.

-"¿En serio?, En realidad crees que me gusta un gordo fracasado como tú".

Más voces conocidas lo acompañan en su inconsciencia.

Y, sin embargo, no respondió.

Contra toda lógica, no habló, no sintió odio, no lamento su pasado, simplemente sonrió ampliamente.