Un loco en DxD[4]

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-¡Bueno!. Tienes un punto Momo, pero debo recordarte que cuando vi que eras tú la que me perseguía y no un asesino me detuve. Luego intente preguntarte por qué me seguías y tú me atacaste, así que no tuve más opción que detenerte.

Respondió Elver con elegancia y estilo.

Ahora la mujer albina no pudo objetar, y la razón es que no reviso su billetera para ver si este estaba ahí.

Y el azabache no podía estar más agradecido con lo despistada que podía ser la mujer.

-¡Eh!. Am, ya veo, supongo que no puedo reclamarte nada ya que fue en defensa propia y como dije creo que deberías confiar más en el consejo estudiantil, estamos para ayudar.

Ahora Elver sonríe levemente, mientras en sus pensamientos analizaba la situación, tal vez podría usar su posición actual para obtener un poco de dinero que tan falta le hace.

-¿No crees que debería tener una compensación monetaria?, De todos modos por tu culpa gaste lo último que tenía en libros y uniforme así que no tengo con que comer ¿sabes?.

El consejo estudiantil hizo una mueca de desagrado muy obvia al escuchar cuando el invitado mencionó el dinero, no obstante su desagrado desapareció como polvo al escuchar la explicación del pelinegro.

Entonces Sona Sitri analizo las palabras, era cierto y la leve culpa que la pinchaba en todo el cuerpo la obligó a lanzarle dinero envuelto en papel al pelinegro.

Este lo recibió y agradeció con un aleve reverencia con intenciones de irse.

No obstante la demonio Sitri lo llamo antes de que pueda abrir la puerta para marcharse.

Y luego lo reto a un duelo de ajedrez.

Elver piensa un momento, si ganaba sería malo, si perdía ella lo notaría, así que pensó que podía obtener algo de su lenguaje corporal y acepto.

Unos minutos más tarde se ve como Elver no obtuvo nada de información, la mujer Sitri cuidaba su lenguaje corporal como todo buen demonio de clase alta.

El pelinegro sonrió mentalmente, no obstante decidió que era hora de perder el juego.

Sona noto demasiado fácil como el chico en el que tenía leves expectativas perdió a propósito, ni siquiera intento ocultarlo y era como decirle gritando que ella no merecía su tiempo.

-¿Por qué te dejaste ganar?. ¿Insinúas que no valgo la pena?.

Habló Sona con leve molestia, lo que más odiaba es que le tuvieran consideración solo por ser mujer.

-¡No¡. Más bien, digo no estoy obligado a jugar una partida de ajedrez cuando no estoy de acuerdo, ¿Verdad?. Digo que el que seas la presidenta del consejo estudiantil, no te hace que fueras alguien para que mandes a espiarme y luego retarme a un juego de mesa como si no hubiera pasado nada.

Habló Elver con un tono de voz fuerte intentando sonar indignado, para poder salir de esta situación lo más pronto posible. Una vez vio que la mujer demonio no respondió ante su reclamo sonrió mentalmente y procedió a retirarse.

La puerta hizo el sonido de cierre avisando la marcha del pelinegro, Sona Sitri se acomodó los lentes pensado y cada vez el pelinegro le llamaba más la atención.

Pasando algunas horas se ve a Elver molesto, su vuelta a casa había sido interrumpido por una akeno que pidió hablar con el.

-Ara ara, te gustaría ir al club del ocultismo para conocer a mi presidenta.

Habló con voz coqueta akeno, eso siempre funcionaba con los hombres jóvenes.

Elver la miro con seriedad, mientras en su mente todo se había derrumbado, lo más seguro es que notaron los restos de esencia de magia en los guantes que hizo de cuero de ángel y demonios.

Un loco en Highschool DxDWhere stories live. Discover now