Un loco en Highschool DxD

Un loco en DxD[5]

Elver parecía algo sorprendido, ¡Si!. El sabía que la semilla del odio dentro de ella había sido plantado, pero su mente anticipaba una vacilación o duda.

Más bien estaba ahí decidida a cobrar venganza en contra de los que le quitaron la inocencia contra su voluntad. El rostro del pelinegro se curvo, una sonrisa macabra en la que mostraba sus dientes se apoderó de su cara inexpresiva.

Pues Elver había notado como Kiryuu tenía una especie de cuchillo de cocina ocultado en su uniforme y su mano derecha estaba apretando la empuñadura.

!Por supuesto!. Esto era genial para el pelinegro, demostraba que ella había dejado su actitud infantil y pervertida para reemplazarlo con una seriedad y desconfianza ante todos.

Eso era genial para el psicópata.

Sin demora ni prisa Elver le dijo que lo siguiera mientras el hace de guía.

Sabía que si se descuidaba, la adolescente lo apuñalaria por la espalda, pero eso lo hacía entretenido.

Y si ella se atrevía a traicionarlo el pelinegro se aseguraría de que primero viera la cabeza decapitada de sus padres antes de perecer.

Llegando a la casa de Elver este procedió a invitarla a entrar

Kiryuu ahora frunció más el ceño, ella no permitiriá que su inocencia volviera a ser una desventaja y pone mas presión en el mango del cuchillo.

El pelinegro lentamente la guía hacia su sótano y una vez entrado una vista magnífica se muestra ante la vista de Kiryuu.

Decenas de pistolas estaban amontonadas en un rincón, espadas típicas medievales en una especie de recipiente de metal.

Camas de hospital y equipo médico más a la derecha, montón de jeringas y sustancias prohibidas desconocidas a la izquierda.

Una especie de habitación de metal más al fondo y ¿Plumas?.

Había plumas demasiado grandes esparcidas por el piso, la tierra las cubría levemente y por último una especie de cuero seco más hacia ella.

-No hace falta decir que acá te explicaré todo lo que pasa en este peculiar mundo, siéntate donde quieras, y espero que no seas alguien que se hecha hacia atrás. Por que eso sería muy malo, si muy malo jajaja.

Kiryuu lo mira con aún más seriedad, no obstante la semilla del odio comenzó a dar sus primeros brotes y la castaña sonríe macabramente.

-Primero existen los ángeles, demonios y ángeles caídos. Ellos estuvieron en una guerra y bla bla bla, lo importante es que existen y pienso formar un pequeño escuadrón de élite para cazar a todos los que podamos. ¡Claro!, Como te prometí obtendrás tu venganza, solo dime el lugar donde crees que se encuentra tu agresor y vamos equipados.

Habló Elver encubriendo que el sabía muy bien quien era el exorcista que había estado con ella hace una noche.

-Mira todo lo que me dices más bien parece el cuento de un desquiciado mental, pero te daré el beneficio de la duda, y ¡si! aún recuerdo el lugar, justo en la madrugada me escape de esa iglesia de porquería cuando el imbécil dormía, aún recuerdo su asqueroso rostro.

Comento Kiryuu, ella obtendría su venganza sin importarle nada, ni siquiera trabajar para este loco e imbécil.

Unos minutos después se ve a Kiryuu con un conjunto de ropa negra improvisada, Elver no tenía pensado obtener gente que colaborará con el, más bien fue la situación de los acontecimientos lo que hizo que tomara a Kiryuu como aliado.

Kiryuu llevaba ropa negra algo grande, pero ultil, también tenía pistola y cuchillos purificados en compartimientos ocultos. Agua bendita en la mochila y lleva puesto los guantes hechos con la piel demoníaca, está al sentir el aumento en su fuerza al solo ponerse las manoplas se sorprendió, no obstante esto no debía ser nada si el cuento que le habían relatado era cierto.