Un loco en Highschool DxD

Un loco en DxD[14]

-Mm, bien, si ya estás más tranquila, es hora de prepararse para el ataque.

Mittelt asintió con la cabeza, para proceder a cambiarse de ropa.

Estos pocos días solo sirvió para pulir sus habilidades, pero con todo esto pasando incluso un segundo, era sumamente necesario.

Mientras que Elver se concentraba en el plan, no obstante, su análisis es interrumpido, un dolor punzante se hace presente donde debería estar su corazón.

Intentando calmar su dolor y tormento, el pelinegro dirige sus manos apretando el lugar donde debería estar su corazón.

Como si eso aliviase su dolor, y como era de esperar por simple lógica, seguía ahí.

Una sensacion horrible, como si una mano invisible aplastara sus organos desde su interior.

Intentando componerse, Elver comienza a respirar de una manera más controlada.

El dolor comienza a retirarse poco a poco.

Ignorando las explicaciones sobre el estado de su salud.

El pelinegro se dirigió a prepararse, y estar listo.

El sol comienza a ocultarse, y en la cabaña, más exactamente en el verde que lo rodea.

Estaban descansando Elver y Mittelt.

No hace falta decir que estaban a un metro de distancia uno del otro.

-¿Crees que podrás hacerle frente a Kokabiel?.

Una voz preocupada y algo temerosa se oye, es Mittelt, quien estuvo todos los días muy pensativa.

¿Que pasaría si Kokabiel es más fuerte y los captura?.

¿Que pasaría con ella de ahora en adelante?.

Los engranajes en su mente giraban en un ciclo interminable, todo gracias a las preguntas que la atormentaban.

-Si, tú tranquila, yo nervioso. Además si es que de alguna forma ese demonio llega a superarme. Siempre está la opción de que escapes y hagas tu vida.

Dijo Elver, tranquilo y relajado. Bueno en realidad, en el fondo estaba ansioso por obtener la carne del diablo.

Preguntándose a si mismo, ¿Por qué no trata a esta niña cómo trato a Kiryuu?.

Quizá era por que en ese entonces no tenía otra salida, pero ahora tenía poder.

Gracias a una Nekomata desesperada, pero lo tenía.

Además el hecho de que haya dejado de sufrir sus ataques de esquizofrenia cuando llegó a este mundo, lo tranquilizaban en cierto sentido.

Mittelt se estremeció en su propia posición, nunca fue una con la empatía.

Incluso tenía los sueños de destripar a la caído Raynare.

Pero después de todo eran camaradas que podrían brindar en copas, y compartir el dolor.

Aún que ella dudaba de que el pelinegro la considerará siquiera alguien a tener en cuenta.

Simplemente dejo que las cosas pasarán, y pasarían. Después de todo ahora tenía poder, el poder que tanto quizo.

Estaba segura de que no tenía oportunidad frente a monstruos como Elver o Kokabiel.

Pero abía que bien podría estar a la par de un demonio con cuatro alas, a pesar de que ahora sea una demonio de un solo para de alas.

Pero era algo diferente, la misma obscuridad que emanaba sus alas absorvian incluso la noche más profunda.

Mientras que ella solo tenía dos alas, ese par fue y será suficiente para que ella ya no se sintiera como alguien menor a otros, hablando de poder.