Un loco en Highschool DxD

Un loco en DxD[26]

-¿Crees que eres mejor que los demás?. ¡No! ...

Sonidos de látigos chocando y despegando la carne se oyen en una habitación donde no existe nada más que la obscuridad y el mestizo verdugo de las facciones, este estaba siendo inmovilizado por varias cadenas que al mismo tiempo no parecían tener nada de especial, pero aún así podrían contenerlo.

-¿Alguna vez pensaste en tu gente?.

Lentamente la fuerza de las cadenas aumentan, obteniendo gruñidos por parte de Axel, mientras que varias voces conocidas comenzaban a reclamarle por su muerte.

-¿Qué estás aquí para destruirnos?, Entonces ¿Que pasó?.

Mas sonidos de huesos quebrándose se oyen, las extremidades de Elver son martilladas por varias herramientas de construcción, continuando Elver ahora no muestra signos de pedir o suplicar piedad, solo se queda aguantando el dolor.

-¿No es precio bajo a pagar por la gloria?.

Ahora es otra figura completamente negra quien derrama ácido en la cara de Axel, derritiendo su carne en nada más que líquido, pero, por la mente de este solo recorre un sentimiento, y un pensamiento.

La ira y el objetivo de más muerte.

-¿No es curioso?. Sufriste durante toda tu vida, nacido para ser torturado por la suerte, una existencia condenada a la tortura, y una vida que solo conocerá el dolor.

Nuevamente más látigos golpeando la carne frágil se oyen en la habitación, hasta que un sonido llama la atención, un llanto, pero no era el sollozó del peli-negro, este era el lamento de un niño .

Jadeando, esperando llevar el aire suficiente a sus pulmones, todo para sentir el sabor del hierro inundando su cuerpo, pero sin vacilar Elver volteo hasta el lugar donde se escuchaba el llanto.

Abrió los ojos en señal de sorpresa, no era nadie más que el mismo, solo que está era como una versión infantil de el, el niño parecía llorar estando al borde de la muerte por desnutrición.

-Jajaja.

La risa de Axel no se hace esperar, junto con varias pausas agitadas para tomar respiraciones.

-Estamos aquí, y ustedes están conmigo. ¿Nacido para el dolor, eh?, Puede que tengas razón, pero ...

Un golpe seco destroza la mandíbula de Axel.

-Exacto, Basura. Nacido para el dolor.

Más risas por parte del torturado se escuchan por el lugar, únicamente acompañado por el sollozó de su versión infantil, completando un sonido extraño.

Elver abre los ojos en medio de una habitación demasiado brillante, un poco cansado intento recordar lo que pasó.

-Ah!, Carajo. ¡Si!, Lo recuerdo.

Después del inmenso ataque del fénix de colores opuestos, el ejército alado se redujo de una manera considerable, Elver continúo con su masacre a lo largo del primer cielo, aún que ya no existían las paredes.

Después de acabar con el último, Axel cayó inconsciente a causa de la cantidad de magia usada, la fatiga y el sobreesfuerzo por fin le cobraron factura.

Había estado luchando durante tres días, sin descanso, sin tregua.

Solo el y los santos, el cielo termino limpio de todos los ángeles, y Elver no podría estar más satisfecho, por más que el inmenso olor a muerte invadía cada centímetro del lugar.

Bajando hasta la sala del comedor, Axel vio una escena típica y familiar, el séquito de Mittelt así como la misma desayunando de manera calmada.