Un loco en Highschool DxD

Un Loco en DxD[16]

Entonces, ¿Como llamas a tu existencia si tú vida se reduce a simplemente nada?.

Mittelt, deberías saber que no soy una buena persona, tampoco alguien que simplemente irá matando a cuánta persona se encuentre por la calle, al menos no por ahora.

¡Yo!, Yo soy el líder de La Cruzada Argenta, deberías saberlo desde hace ya mucho tiempo.

La rubia miro a Elver con recelo, ¡Si,. Le había preguntado sobre lo que realmente significa para el la existencia, o las personas que lo rodean.

De una u otra forma sabía que la respuesta no le agradaría, y, sin embargo. Fue más placentero de lo que su mente pudo predecir, eso era algo que incluso a ella le sorprendió.

-Am, Vale. ¡Está bien!, Solo mantén tu cabeza alejada de mi por un tiempo, ¿Jefe?.

-Jajaja.

Elver rio a carcajadas, mientras su vista bailaba adelante y atrás, arriba y abajo. Observando a la niña, su expresión, velocidad de respiración, como está interactúa con su entorno.

Y, contra todo pronóstico, la niña se mostraba relajada, no solo en su respiración que se sentía como una suave brisa de verano, enviando leves ventiscas en la habitación, claramente agudizó sus sentidos para notarlo.

Era un Yokai de todos modos.

¿Por qué era eso?.

Sabía muy bien que después de una decepción, una existencia buscaría algo en que apoyarse, algo en que pararse.

La niña al parecer eligió la vida sirviendo a su causa como su motor de existencia.

Esto estaba bien, supongo.

Mirándola más detenidamente la vio, erguida y orgullosa.

Mirando hacia el frente, quizá esperando alguna orden, Am, ¿Curioso?. Tal vez.

No menos importante, este ambiente se sentía exquisito en silencio.

Respirando de manera relajada, envío oxígeno directo a su estómago y lo expulsó de manera diafragmática, emitiendo una leve vibración que recorría cada centímetro de su dermis.

Leves corrientes de relajación nadaron por su cuerpo, y su mente se llenó en calma y serenidad.

-Ya es hora Mittelt.

-Si, señor.

Elver miro con algo de nostalgia como la niña se preparaba para la pronta batalla.

¿Por qué?.

No importa, siempre suprimió todo tipo de sentimiento y afecto a los que lo rodearan.

No solo por su propia salud mental, sabía que una decepción de algún familiar o conocido en el que tenías leves esperanzas, sería algo que jugaría en tu contra varias veces, golpeándote en el suelo, y pateándote si intentas levantarte.

Por dios, cuánto tiempo paso siquiera desde que hablara sinceramente consigo mismo.

-Tal vez compré un diario.

Se dijo para sus adentros Elver, mientras hacía lo propio, levantando su equipo y procediendo a usarlo.

Algunos minutos más tarde.

-Pequeña Loli, el plan es el mismo de siempre, yo ataco al macaco y tú te quedas atrás por si algo raro ocurre.

Mittelt asintió con la mirada, parecía más relajada que de costumbre, quizá sea por su pequeña transformación de adolescente a adulta.