𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕢𝕦𝕖𝕟̃𝕠 𝕔𝕒𝕔𝕙𝕠𝕣𝕣𝕠 (ℤ𝕙𝕒𝕟𝕪𝕚) (Terminada)

4.

- ¿Su nombre? - preguntó sin mirarle.

- Me llamo Wang Yibo - intentó mostrarse profesional, pero los nervios lo estaban matando por dentro. ¡Estaba histérico y solo era la primera pregunta!

- ¿Edad?

- Veintidós - Zhan iba apuntando sus datos.

- ¿Estudias?

- Sí. Estoy en mi segundo año de carrera en la universidad.

- ¿Cuál carrera? - seguía sin elevar la vista.

- De historia.

- ¿Qué te ha animado a buscar un empleo? - empezaron las difíciles. Tenía que elegir bien sus palabras. Podía decir que le gustaban los niños o que sería un plus en su currículum para el futuro. También podía decir simplemente la verdad y que necesitaba dinero desesperadamente. - ¿Qué le anima? - solo pensó por unos segundos y el contrario ya parecía molesto por su tardanza.

- Pues... quiero trabajar porque... creo que es bueno. Digo para el futuro - especificó rápidamente.- Mi vida laboral tendrá que empezar tarde o temprano y pienso que es un buen momento para ello, tal vez - se dio un torta mental. Más idiota no podría haber sonado.

El hombre sentado enfrente de él no le ayudaba en nada. Solo lo ponía peor. Su falta de interés y su voz seria lo estresaba.

- Bien - no añadió nada más. ¿Qué se suponía que significaba ese bien?

- ¿Relaciones personales? - al fin lo miró. Yibo se sintió extrañado, parecía que le interesaba más eso que todas las anteriores preguntas.

- ¿Re... relaciones? - se puso nervioso y bajó la cabeza. No podía mirarlo a los ojos, le inquietaba.

- Pareja, familia.

- No. Nada.

- ¿No tienes familia?

- No, señor - por una parte estaba mintiendo ya que sus padres estaban vivos, pero por otro era cierto. No tenía familiares.

Yibo no cambió su postura por un rato. Su cabeza recordó todo lo que no quería recordar. Lo que llevaba tiempo guardando bajo llave en un baúl viejo al fondo de su mente.

Xiao notaba la extrañeza de ese chico. Conocía a personas tímidas e inseguras, pero él los superaba con creces. Su personalidad no le agradaba. Se ponía nervioso por nada. Incluso en ese momento podía notar el temblor de su cuerpo. Contratarlo sería un gasto de dinero innecesario. Quien sabe si con su temblique al final le destrozaba la cocina u otra estancia. Encima si Jin Ling se escapaba, que era muy probable aunque se lo hubiera prometido, lo último que querría era un empleado trastornado.

- Wang Yibo. ¿Enserio crees que estás capacitado para cuidar a un niño? - su tono lo acusaba. Se levantó y se acercó a él. - Mi sobrino suele ser hiperactivo y tiene tendencias a escaparse y esconderse - fue de un lado a otro de la habitación con sus manos entrelazadas en la espalda.- Ante ello, lo primordial es mantener la calma y con su manera de comportarse me está indicando que no es capaz - apoyó su cadera en el borde de la mesa y cruzó sus brazos.

El menor se quedó callado. No podía replicarle porque tenía razón.

- Ja. Ni siquiera puedes decir nada para luchar por el trabajo - se masajeó el cuello.- Vete de aquí.

Xiao necesitaba a alguien, pero no quería meter a una persona inepta en su casa.

- Sí - dijo Yibo apagado.

Jin Ling lo había oído todo desde el otro lado de la puerta. Él quería que el chico se quedara. Le había caído muy bien y encima compartían el mismo miedo. Ambos se entendían.