14.

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Yibo no fue a su última clase debido a que su profesor se enfermó y les dejaron salir antes.

Tenía tiempo de sobra para arreglar la casa y comprar algo para el cumpleaños de A-Ling. Le harían falta globos, comida, una guirnalda y, por supuesto, la tarta.

Caminando por la calle se quedó embobado mirando el colorido escaparate de una tienda de juguetes y dulces. A un lado, entre una casa de muñecas y un oso de peluche enorme, vio un casco de astronauta con la palabra "Capitán" pintada en el frente.

- Todo capitán necesita su casco - pensó el joven antes de decidirse a entrar. Sería un buen regalo.

Una vez obtenida todas las cosas que necesitaba, regresó a casa. Tenía mucho trabajo. Envolver el casco, ordenar la sala, hacer algo de merienda para los niños y sobretodo hartarse de llenar globos a pleno pulmón. Si alguna vez tenía que hacer la prueba de la apnea, ya estaba preparado.

El suelo se llenó de bolsas de aire de distintos colores y unas banderitas colgadas de un lado a otro de la pared le daría las felicidades al cumpleañero cuando llegara.

Dejó en la cocina todos los ingredientes ya preparados para que al volver con los chiquillos solo tuviera que terminarlos. Conocía bien las fiestas infantiles, al final con tanto jugar, apenas se comía. Eso sí, las chuches y el azúcar que no faltase.

Salió y fue a por Jin Ling al comedor del colegio. No tuvo que esperar mucho ya que él y dos amigos suyos salieron reboleados por las puertas como si les persiguiese un león.

- ¡Yibo! - el pequeño saltó y se colgó del cuello de su niñero.

- Feliz cumpleaños - aunque se lo dijera esa mañana, volvió a repetírselo.

El niño estaba muy contento y eso que el día nada más comenzaba. Abrazó con fuerza a Yibo antes de que este lo bajara al suelo.

- Hola - una mujer que reconoció como la madre de uno de los amigos de Ling lo saludó.

- Hola.

- Mi hijo me ha dicho que quiere ir a su casa para celebrar el cumple de A-Ling.

- Así es, señora - sonrió.

- Viendo como lo quiere Ling, me siento tranquila de dejar a mi hijo en sus manos. Iré a recogerlo a las ocho. ¿Le parece?

- Sí, no se preocupe.

- Pues nos vemos luego. Y feliz cumpleaños peque - revolvió el cabello de Jin Ling.

Una vez convencida a la otra madre, los cuatro se marcharon.

El camino se le hizo muy ameno gracias a los juegos y tonterías que decían los tres.

- La nave está despegandooo.

- No. Ya despegó hace tiempo.

- Mentira, lo está haciendo ahora.

- No.

- Sí.

- No.

- General Yibo, a que la nave está despegando.

- Da igual cuando lo hizo, lo importante es que tiene que aterrizar rápidamente ya que hemos llegado - el muchacho abrió la puerta mostrando todas las decoraciones.

- Wow - dijeron los niños al unísono.

- Hay... - empezó uno.

- ... muchos...

- ...globos - terminó de decir Jin Ling corriendo hacia estos y haciéndolos volar por el salón.

Por primera vez pudo ver esa casa repleta de una alegría sin igual. Las risas de esos renacuajos llenaban el aire con ondas envolventes de felicidad.

𝕄𝕚 𝕡𝕖𝕢𝕦𝕖𝕟̃𝕠 𝕔𝕒𝕔𝕙𝕠𝕣𝕣𝕠 (ℤ𝕙𝕒𝕟𝕪𝕚) (Terminada)Where stories live. Discover now