Le dicen El Demonio

Una aclaración y dos canciones

Siendo el tiempo tan corto,

¿cómo no nos volveremos a encontrar?

La vida no cierra. Las cosas no terminan, entran en hiatus, a la espera del reencuentro. 

Eso es lo que siempre he pensado. 

Cuando empecé esta historia, quería escribir sobre esas personas que te arrasan como una tormenta, pasan por tu lado y te cambian irremediablemente, para luego desaparecer, por un tiempo indeterminado. 

Quería hacer, también, honor a una novela no tan reconocida, como era Rearing Mountain by Lewmenade Luke, de Kathleen Winsor, a la que siempre he sentido, como una autora menospreciada. Sus tres noveletas, contenidas en el libro "Los Amantes", abren mundos inimaginables de la interioridad de las mujeres; de sus miedos, de su maldad, de la indecisión, de su humanidad, en definitiva.

Es posible que esta novela sea reescrita, sólo para enriquecerla. Puede que deje atisbos del futuro, desde el que Dana cuenta esta historia. Pero no les prometo, que en esta obra se cuente toda la verdad. Dana miente, miente y omite, como todos cuando contamos nuestra verdad de las cosas.

No sé, si al finalizar esta obra, haya gente dispuesta a releerla, pero puedo decirle a aquellos que lo intenten, que hay varias cosas ocurriendo, al mismo tiempo que la historia de Dana. Y el epílogo es sólo el final de una de esas historias. Cuando creé el arco de la novela, le creé a cada personaje una historia personal, que avanzaba a la par, como esos tramoyistas detrás del mago, corriendo sin que tu los veas. A cada historia le dejé pistas, incluso a ese misterio final que Maggie saca a la luz. Pero ninguna de esas historias, las conté directamente. Esta novela, en definitiva, está llena de secretos. 

Porque amo lo secreto. 

Y en honor a eso, también conté cosas que ocurrieron de verdad y las diluí en pequeñas ficciones. A la espera de que algún día, alguno de los involucrados las lea y se pregunte, si acaso, esta historia es sobre él o ella.

Como prometí además, en el título de este apartado, dejo dos canciones que acompañaron la obra, mientras la escribía. Estas dos canciones están en la esencia de la novela. No las usé sólo como base, si no que las diluí dentro.

La primera es la canción "Hurricane" de Bridgit Mendler.

La segunda es la canción "Flores raras" de Christina Rosenvinge.

Si alguien quiere darle un vuelta, se las dejo aquí.

Estoy segura que a este punto de la historia, habrán sacado sus propias conclusiones y espero que lo que quería contar, les haga sentido.

Por ahora, esto es la despedida, para la novela. Como dije en los agradecimientos, espero que podamos reencontrarnos en otra historia, pronto. Una novela que amplíe lo que quería contar acá, con un final un poco más dulce.

Saludos y gracias infinitas ❤❤❤

Abril