Capítulo 63: Dolor

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- ¡No te salgas de la alineación, Nakahara! ¡Aun tienes trabajo que hacer! – el molesto ruido que llego a través del auricular solo hizo que el pelirrojo se enfadara más, no estaba de buen humor, en realidad, raramente estaba de buen humor, pero e...

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- ¡No te salgas de la alineación, Nakahara! ¡Aun tienes trabajo que hacer! – el molesto ruido que llego a través del auricular solo hizo que el pelirrojo se enfadara más, no estaba de buen humor, en realidad, raramente estaba de buen humor, pero específicamente en ese momento estaba en un punto peligroso de ira

Con ese sentimiento controlando sus acciones enterró con fuerza la katana en el suelo, destruyendo un gran porcentaje del suelo, esta era su negativa a volver empuñar su arma y seguir con ordenes que desde un principio no había querido obedecer.

Sin importarle que sus manos estuvieras cubiertas de sangre se arranco el pequeño auricular, ensuciando parte de su cabello con el liquido

- Vete al diablo, imbécil – gruño molesto sin dignarse a seguir por el camino que le habían indicado, destruyéndolo con facilidad el pequeño dispositivo quedando incomunicado respecto a su "Misión"

Sonrió con molestia ante eso, ¿Quién demonios los iba obedecer? Este no era el bando al que pertenecía y mucho menos eran personas que respetara, no eran nadie para ordenarle, y aun así...

Y aun así sus manos estaban cubiertas de sangre de personas que seguramente no habían hecho nada

- Lo siento mucho – termino por susurrar a todos aquellos que había asesinado, dándose un segundo para observar la cantidad de gente muerta que había a su alrededor, no debía alejar la vista de algo que él había hecho, era lo mínimo de respeto que podría ofrecer por aquellos que lo habían enfrentado valientemente, siendo solo aquellos fieles a un bando que no tenia la culpa sobre todo lo que estaba ocurriendo

Sus guantes estaban empapados en sangre que poco a poco comenzaba a secarse, y aun así no se los quito, no quería mostrar sus manos y muñecas a personas que odiaba. Pero, al menos trato de quitar la sangre que había salpicado en su rostro.

Mientras se concentraba en ello, no pudo evitar preguntarse ¿Lo hacia igual de malo que los que odiaba el no sentir algo respecto a lo que estaba viendo? Su corazón le decía que esto no era algo a lo que debiera acostumbrase, pero su mente, le decía que si se daba el tiempo de pensar en todas aquellas vidas que arruino solo terminaría por destruirlo ¿Era malo acostumbrase a matar? Pero... seguía sintiendo culpa, y... sentir culpa, para él, era seguir manteniéndose a raya de la crueldad indiscriminada que la gente a su alrededor realizaba

De todos modos, en estos tiempos, era difícil diferenciar quien estaba bien y quien estaba mal, las muertes vendrían de ambos bandos, y en muchas ocasiones se vería involucradas personas que no tenían nada que ver, gente que normalmente el pelirrojo dejaba huir, negándose por completo a matar a alguien que no tuviera intenciones de matarlo

Respecto a eso, había cuatro problemas respecto a las misiones que encargaban a Chuuya, primero, siempre tenía que trabajar solo, los compañeros que mandaban para vigilarlo no solían regresar con vida, y eso si era algo que pelirrojo hacia a propósito y con cierto sentimiento de agrado, después de todo, ¿Por qué no ayudaría a su bando matando a todo aquel aliado a los malditos traidores que empezaron esto? Menos personas que fueran a dañar a las personas que quedaban de su manada

Lo Que El Corazón Anhela - Soukoku//ShinsoukokuWhere stories live. Discover now