Capítulo 38: Ocultar

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Hacia mucho frio, si Chuuya tuviera que apostar sobre cuántos grados había en esos momentos, diría que eran bajo cero, no tenía dudas sobre ello, sobre todo,  por qué por mas que lo intentara no lograba entrar en calor

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Hacia mucho frio, si Chuuya tuviera que apostar sobre cuántos grados había en esos momentos, diría que eran bajo cero, no tenía dudas sobre ello, sobre todo,  por qué por mas que lo intentara no lograba entrar en calor.

Todo su cuerpo temblaba sin encontrar ni un solo punto de apoyo, el helado viento comenzaba a ser doloroso con cada contacto con su piel.

Froto sus manos, en un inútil esfuerzo de sentir sus adormecidas manos de nuevo, solo había un pequeño cosquilleo que le indicaba que sus manos aun sentían algo, pero, no se abrigaban por mas que tratara de que entraran en calor

Miro un segundo mas el hermoso árbol, tratando de guardar la imagen en su mente, sonrió un poco, a pesar de todo, ver este paisaje era un regalo de cumpleaños genial. Atsushi sin querer le había entregado el mejor regalo  

Ahora tenia que encontrarlo antes de que alguien más lo hiciera, esperaba de todo corazón que hubiera decidido cruzar el río y no esperarlo. Era una esperanza que sabia que su hermano no cumpliría, no lo creía capaz de abandonarlo, mas que seguro estaba en una crisis de pánico junto a la barrera. La imagen lo preocupo un poco, no sabia como llegar nuevamente al río, pero lo intentaría

El sonido de hojas siendo pisadas a su espalda lo hizo ponerse en guardia, debía admitir que nunca había sentido este lugar como territorio enemigo, incluso cuando fue torturado cuando cachorro, no logro recordar a los vampiros como enemigos. Sobre todo, porque sentía que eran mucho mejor personas que la mayoría de su manada. Aun así, su instinto lo hizo gruñir en señal de que nadie se le acercara, que no los quisiera eliminar no significa que no se defendería si mostraban la más mínima señal de atacarlo. Sus colmillos de lobo ya se estaban revelando mientras mas cerca de escuchaban las pisadas, al menos hasta que sintió la esencia de la persona que caminaba en su dirección  

Lo enfrento con una gran sonrisa en el rostro, tratando de no caer debido al entumecimiento que había causado el frio en su cuerpo.

- ¡Odasaku! - la sonrisa en el rostro de Chuuya no mostraba que estuvo a punto de atacarlo, solo un profundo aprecio y respeto

Odasaku parpadeo sorprendido al notar a uno de los intruso que Ango había registrado en la barrera, debió haberse esperado que fuera el príncipe, después de todo, no conocía otra persona que lograra cruzar la barrera además de este cambiante, pero, tenía la esperanza de que no fuera así.

Suspiro, haciendo una reverencia hacia Chuuya, llevando una de sus manos a su corazón, era un saludo que demostraba que lo reconocía como alguien importante

- Aun cuando me alegro de verte, estás muy lejos de donde deberías estar, príncipe Nakahara - comento Oda mientras dejaba ir la reverencia.

Tenía muchas ganas de regañarlo. Pero, la apariencia indefensa del pelirrojo le impidió decir algo más ¿Cómo podía regañarlo cuando sus orejas rojizas y cola estaban caídas debido al agua, mientras todo su cuerpo temblaba de frio? Lo único que resonó en la mente de Odasaku fue que estaba frente a un cachorro perdido

Lo Que El Corazón Anhela - Soukoku//ShinsoukokuWhere stories live. Discover now