Reflexionando

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.....Si es asi, permítame su carta de renuncia y vuelva mañana a primera hora para que se reuna con el jefe.

Se lo entregue, tome mis cosas y me retire, pero ahora como voy a decirle a mi esposa, necesito saber donde refugiare a mi familia, pues ya no tenemos casa.

Mientras caminaba por la calle pensaba y meditaba en que iba hacer, mientras mas pensaba mas me preocupaba y me daba cierto temor, miedo en lo que sucederá.

Por ahora todo esta de maravilla y se que la nueva empresa suplirá mis necesidades y las de mi familia, lo dice el folleto que me dieron. Estoy tranquilo, tengo una certeza interna de que estaremos bien.

Esa noche sentí que respiraba un aire diferente, al llegar a casa encontré a mi esposa sentada en la orilla de la cama doblando la ropa, al mirarme giro sus ojos con gesto de molestia.

Llegaste. Dijo con tono de fastidio.

-Sofia dame una oportunidad de salvar este matrimonio, este hogar; te lo pido Sofia dame una oportunidad.

Gabriel, ya tomé mi decisión. Los abogados comenzaron los tramites, no te quiero, no me busques porque conmigo no cuentas, mañana mismo me voy con los niños tu sabrás que hacer.

Creo que esto debemos conversar.

¡Gabriel lárgate del cuarto! no quiero escucharte

Mis manos en mi cabeza, las lágrimas brotaron de mis ojos, realmente lo estoy perdiendo todo, quise salir a caminar para tener un poco de aire fresco.

Camine por las calles hasta llegue a una plaza que estaba completamente sola, me senté en un banco y comencé a llorar. No quería hacer nada mas, recobre el aire nuevamente mediante un suspiro, seque mis lagrimas y comencé a respirar profundo, la brisa soplaba y esta me tranquilizaba, observaba el cielo despejado de nubes, la estrellas brillaban sin cesar.

Creo que todavía puede haber un poco de esperanza.

Me levante para regresar a casa, todavía angustiado y comencé a sentir hambre, me apresure para llegar y comer algo.

Fui a la cocina y saque uno de los panes que me dieron en la cafetería, estos panes eran un poco mas pequeños, pero su sabor era el mismo al primero que comí, aunque era pequeño sacio mi hambre.

Cuando escuche unos suaves pasos que se acercaban...

Hola papi...

Dijo mi pequeña Victoria mientras rascaba sus ojitos.

Mi dulce niña... la cargue en mis brazos elevándola y después reposo su cabecita en mi pecho.

Papi, soñe feo, tengo mucho miedo. Duerme conmigo.

-Vamos mi niña, mañana tienes escuela debes dormir.

La cargue a su habitación y la acosté en su pequeña camita, ella con su dulce voz decía:

No te vayas, por favor papá, me da miedo.

-Tranquila hija, no me iré hasta que te duermas.

Ella abrazo su oso de peluche mientras que la cubría con su sabana.

Mientras ella intentaba dormir, la observaba y recordé ese día milagroso donde pensé que una tragedia acabaría conmigo.

Hace tres años el día del nacimiento de Victoria, Sofia sufrió serias complicaciones en el parto, todo se complico; el médico hablo conmigo, el diagnostico fue desagradable eliminando toda esperanza de vida de mi Victoria. Ese día en la sala de espera caminaba de un lado a otro con los ojos cerrados, cuando tropecé con un hombre, al disculparme, el me miro y me dijo:

Tranquilo Gabriel, todo estará bien, tu hija es fuerte y hermosa, ten calma.

Sus palabras me tranquilizaron de una forma inimaginable. Aunque me impresiono el hecho de decir mi nombre sin conocerme; pero al preguntarle al respecto él hombre me interrumpe diciéndome.

Gabriel debo retirarme, tengo prisa, nos vemos en otra ocasión.

Mientras el hombre hablaba  llego el medico de mi esposa, se quitaba los guantes, una sonrisa en el rostro, coloco sus mano en mi hombro y dijo:

Felicitaciones eres padre de una linda niña, tu esposa se esta recuperando en su habitación, y la niña le realizan algunos exámenes verificando que la complicación del parto no perjudicara su salud.

Ese día casi perdí a mi esposa e hija, ya son tres años que tiene mi hermosa Victoria y fuerte como dijo aquel hombre.

Todavía nose quien es ese hombre, pero sus palabras me ayudarón.

Ya Victoria se había quedado dormida acaricie su mejilla y di un beso en su frente. Me retire de la habitación muy despacio no quería que despertara y se diera cuenta.

Fui a mi habitación a dormir, Sofia ya estaba dormida, encontré unas maletas ya preparadas, una puntada en el corazón me conmociono, en la mesa de noche encontré mi libreta de notas con un lapiz, decidí escribirle una carta, donde se la dejaria mañana temprano, espero que con esto ella pueda darme una oportunidad de restaurar lo que se ha destruido.

Querida Esposa Sofia, hoy haz decidido marcharte de mi lado, no ocultare el gran dolor que esto me causa, pues no te vas sola te llevas también a nuestros hijos, nuestros planes, nuestros sueños y todo lo que construimos juntos.

Esta separación es mi culpa, pero te prometo que haré todo lo posible para reconstruir aquello que yo mismo destruí.

Y como prueba de mi promesa, el dia de ayer renuncie a la empresa para empezar una vida nueva y mejor, espero que no sea tarde para empezar otra vez, otra empresa me aseguro aceptarme para poder trabajar y todo ahora será diferente.

Hoy me estoy dando cuenta que falle como esposo y como padre, pero estoy comprometido a mejorar. Te voy a buscar a ti y a mis hijos hasta que me acepten, no me daré por vencido.

Por cierto, en la cocina hay unos deliciosos panes para ti y los chicos. Los amo.

Coloque la carta arriba de la maleta cerca del agarre de esta forma en la mañana cuando ella decida irse pueda verla y espero que me de una oportunidad.

Narra Sofia:

Tengo el corazón destrozado de guardar la esperanza de un cambio, pero estoy cansada, ya es imposible seguir aparentando la familia perfecta cuando esta lejos de serlo, Maria me aconsejo y me hablo de una oportunidad para capacitarme y trabajar en un lugar donde muchas como yo tienen la misma situación y aunque insistió en que me quedara con Gabriel, yo no quiero, ya no puedo mas iré a casa de mis padres y veré que hacer.

Escuche a mi pequeña victoria despertarse fui a verla como estaba pero fue donde Gabriel, vi como  la cargaba y conversaban, cuando la llevo a su cuarto durmió a la pequeña note como las lagrimas caían de sus ojos mientras que miraba a nuestra hija y escribía algo en una hoja, lo vi a la distancia no noto mi presencia, pero desde hace tantos años no lo veía así...

Al levantarme me retire y fui al cuarto y me acosté aparentando estar dormida, por suerte no se dio cuenta, pero esa escena en el cuarto de Victoria y verlo llorar no sale de mi cabeza casi no pude dormir en preguntarme el porque de sus lagrimas.

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