PRIMERA JORNADA

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Caminaba en dirección al trabajo, solo imaginando en lo que iba hacer el día de hoy, nunca estuve en el campo operativo y cada día la emoción y la curiosidad aumentaba para conocer cada área de la empresa.

   Al llegar vi a Jose esperándome, con su biblia en la mano nos saludamos y entramos a la empresa, subimos algunos pisos por las escaleras, al llegar nos entregaron a cada uno un bolso vació, supuse que llevaríamos provisiones, esperaba que las entregaran pronto porque poco a poco comenzaba a sentir el hambre en mi estomago.

Entramos a una sala de atención, pedimos un numero para ser atendidos y esperamos mientras llenábamos una planilla con nuestros datos, no sabia que hacíamos en ese lugar pero no quise preguntar por el momento, al terminar la planilla la entregamos y esperamos pacientemente que nos llamaran, pasaban las horas y todavía no llegaba nuestro turno,  la mente se paseaba de un lado a otro, en eso recordaba mi antiguo trabajo y todo lo que había transitado.

   Gabriel levántate ya nos llamaron debemos pasar! dijo Jose.

Entramos en una oficina, encontramos al Espíritu Santo sentado al otro lado de su escritorio, Jose comenzó a explicar el trabajo que íbamos a realizar sin entrar en detalles, a lo que el Espíritu Santo solo saco unas hojas en las cuales escribió, selló y entrego a Jose, yo no entendía mucho lo que estaba sucediendo, pero me intrigaba el contenido de ese papel, solo quería saber que iba a suceder.

Salimos de la oficina y fuimos nuevamente a las taquillas donde Jose presento los papeles,  la otra persona empezó a entregarle varios botiquines de primeros auxilios que Jose comenzó a colocar en su mochila, me acerque para ayudarle, pero el me detuvo con señas y me dijo que no seria necesario.

Al culminar fuimos a la cafetería donde llene mi bolso de deliciosos panes pequeños para compartir y de una vez desayunamos, ya preparados y cargados nos dispusimos emprender nuestro viaje, cuando el Espiritu Santo nos detuvo en la entrada, tenia en sus manos dos maletas, que abrió en el escritorio, con atención lo observamos lo, sin pronunciar palabra nos entrego unos lentes, uno a cada uno, estaban en un hermoso estuche que guarde con mucho cuidado en mi bolso, le agradecimos y nos marchamos.

Caminamos aproximadamente una hora, llegamos a una urbanización tranquila de hermosas casas, parques de juego donde se veía a las personas pasar con mucha alegría, claramente recordaba ese sitio, estuve ahí anteriormente, reuniones de mis antiguos colegas, pero todo eso quedo en el pasado.

 -  Jose, ¿que haremos en este lugar? ¿cual es el trabajo?

 - Gabriel sacas los lentes de la mochila.

Ambos quitamos la mochila de nuestros hombros, sacamos el estuche y nos pusimos los lentes, mantuve mis ojos cerrados por temor de lo que podría ver o la reacción de mis ojos a los lentes, sabia que no eran lentes comunes, eran especiales lo supe desde el momento en que me lo entregaron.

        -Jose para comenzar a trabajar es necesario que veas muchas cosas que te ocultaron, que conozcas la verdad de muchas mentiras que te dijeron en el pasado. Estos lentes revelan lo escondido, lo oculto.

Mi corazón comenzó a latir mas de lo normal debido a los nervios que todo esto me provocaba, la gotas de sudor comenzaban a caer y mis manos temblaban no podía seguir esperando y abrí mis ojos.


Se Solicita PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora