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FAMILIA, LES TENGO NOTICIAS

Gabriel, vamos a divertirnos hoy! Deja esas cuestiones que haces y ven a relajarte.

Mi jefe se acerco con un rostro serio y me dice:

Todavía tienes oportunidad Gabriel deja eso y ven con nosotros. Sabes que si continuas vas a perderlo todo.

Para ser sincero el pensar en todo lo que renuncie me dio algo de miedo y sentí un escalofríos extraño que recorrió mi cuerpo como nunca antes me había sentido. Cuando alguien se acerco era el Espiritu Santo me observo y me decía

Avanza, ignóralo y ve a tu hogar.

Observe el rostro de mi ex jefe y prestaba atención lo que me decía el espíritu Santo, entre una interna lucha, recuerdo que solo cerré mis ojos y apreté el puño que sostenía la bolsa con los panes, di la vuelta y seguí con mi camino escuchaba voces de burlas a mi espalda solo esperaba llegar lo antes posible a mi casa; cuando por fin la vi a una corta distancia suspire de tranquilidad, corrí hacia la puerta con la esperanza plena de encontrar adentro a mi familia todavía era temprano, solo quería llegar besar a mi esposa e hijos y decirles todo lo experimentado en ese día; procedí abrir la puerta vi a mi muchacho Josue tenia puestos sus audífonos, me dijo:

¿Papá que haces aquí tan temprano? Esas palabras acompañadas de una expresión llena de incertidumbre.

Mi respuesta fue un impulsivo abrazo diciendo que todo apartir de ese día cambiaría.

Papá, ¿Qué te sucede? ¿Estas bien?

Mi hija que también se encontró en casa se asomo a la sala donde me encontré con Josue y su rostro de no se borra de mi memoria.

-¡Hijos! Llamen a su madre y traigan a Victoria quiero hablar con ustedes.

Solo paso un minuto cuando vi a mi Sofia trayendo en brazos a nuestra pequeña Victoria.

Gabriel debemos hablar, hay cosas que tienes que explicarme.

-Sofia, niños siéntense quiero hablarles de un nuevo cambio que experimentó su padre. Y comenzare con que renuncie a mi trabajo.

Rosa histérica responde: ¿Qué hiciste que? ¿Papá que te sucede? ¿Mamá tu sabias de esto? ¿Por qué no lo detuviste?

Sofia miro a Rosa haciendo señas con sus manos para que se calmara.

-Tengo un nuevo empleo hoy comencé, y quisiera que me acompañen para que lo conozcan. Quiero cambiar varias cosas y trabajar en esta familia, así que pediré que moderen su comportamiento porque estaré mas pendiente de sus actos dentro y fuera de esta casa.

Papa tu cambiaste de trabajo, porque nosotros deberíamos de cambiar?

Simple, hijo, ustedes son mis hijos y es mi responsabilidad educarlos. Créanme hoy aprendí mucho, mas de lo que imaginan. Por cierto traje pan.

Di a cada uno un pan, y todos reaccionaron diferente; a Rosa no le gusto, me lo regreso, Josue lo comió con indiferencia solo para complacerme Victoria se lo comió al parecer le encanto.

Pero Sofia tomo el pan y lo tuvo en sus manos sin siquiera probarlo. Lo miro, después me observo a mi y me dijo:

¿Ya podemos hablar Gabriel? a solas.

Afirme con la cabeza mientras que nos levantábamos del asiento, subimos a la habitación.

Accedí en quedarme por el bien de los niños, pero ahora dime ¿Qué haces? ¿Cuál es tu plan. Cambiaste de trabajo sin consultarme ¿y así piensas acomodar las cosas?

-Si debí de decirte, pero tome esta decisión solo te pido que pienses mejor lo del divorcio, porque estoy dispuesto en luchar por mi familia.

Esta bien, vamos a ver que harás ahora.

Sofia con el pan todavía en sus manos se sentó en la cama, observo el pan y levanto su cabeza mirando un apático paisaje a través de la ventana y comenzó comer poco a poco el pan su paladar lo disfrutaba se observaba el gusto en su cara, la habitación estaba en completo silencio, no quise molestarla me levante del lugar donde estaba sentado para retirarme pero al llegar a la puerta, escuche su delicada voz en un tono que transmitía su dulzura.

Gabriel ... no es primera vez que como este tipo de pan ¿sabes? hace unos días estaba saliendo de la reunión de la escuela de Josue, me tome un tiempo y comencé a caminar por las calles de la ciudad sin rumbo fijo, solo caminaba , pensaba en nuestros hijos en ti y en nuestras vidas estaba tan cansada, levante mi mirada al cielo y solo decía:

Dios ayúdame.

Y en mi caminata me tope con Maria tenia tiempo sin verla nos saludamos y comenzamos a conversar le dije todo lo que estaba pasando y me regalo un pedazo de pan muy parecido a este. Era delicioso. Haz lo que quieras Gabriel creo que no es tan malo lo que haces y ame la charla que tuviste con los chicos.

Yo la escuchaba y al terminar ella seguía, sentada me arrodille frente a ella y tome sus manos uniéndolas y las bese, la mire a los ojos y le pedí perdón, ella me observo y vi sus ojos café hinchados de llorar seque sus húmedos lagrimales, solo quería hacerla sentir que ya no estaba sola, me levante y bese su frente acariciando su mejilla.