Laila Scamander Y La Maldición de Morgana

4: Ahogando

—Aguarden. —dijo Harry—. Creo que Dumbledore dijo que nuestros resultados en los TIMOS llegarían hoy.

—¿Hoy? —gritó Hermione haciéndome dar un salto.—. ¿Hoy? Pero por qué no... ¡Ay Dios!... Tendrías que habernos dicho...

Ella pegó un salto.

—Voy a ver si llegó alguna lechuza...

Dejamos a Harry para que se vistiera y fuimos abajo al comedor donde estaban Fleur y la señora Weasley. Hermione estaba sentada en la mesa de la cocina muy agitada, mientras la señora Weasley intentada disminuir su parecido al de un panda. Yo estaba junto con Fleur secando los platos mojados.

—Ten.—ella me llamó la atención, en sus manos tenía un plato con dos tostadas con dulce de moras.

—Ahm...gracias pero comí junto con Harry.—le sonreí, declinando la oferta amablemente mientras guardaba uno de los platos.

—Pego no comiste nada ager en la noche—ella me dijo viéndome con cuidado haciéndome que casi soltara el plato.

—¿Qu' est ce que tu sais?—- le pregunté en francés para que nadie mas nos entendiera, dudaba mucho que si quiera Hermione lo hiciera.

—Que tu mours de faim—ella afirmó dejándome congelada ante esto. ¿Cómo Fleur sabía que no estaba comiendo? ¿Lo habia hecho tan obvio? No, ninguno se había dado cuenta

—No funciona.—decía ansiosamente la señora Weasley, parada sobre Hermione con su varita en la mano y una copia de La Ayuda del Sanador abierto en "heridas, cortes y raspaduras"—. Esto siempre había funcionado. No puedo entenderlo. 

Fleur se aseguró que ninguno nos estuviera oyendo, los demás muy ocupados viendo como la señora Weasley le estaba tratando de sanar el moretón en el ojo a Hermione y me acercó las tostadas.

—Las hize paga ti. Mi hegmana una vez hizo lo que tu estas haciendo—me vio el cuerpo, mis costillas que se notaban un poco y la cara un poco mas huesuda, me  puso el plato en frente—. No es sano.

—No tengo hambre—le negué murmurando.

—Clago que la tienes—ella insistió—. Bill me digo que tu pagre murrio. Al menso pogdrias comeg pog él.

Fleur me dejo sin palabras, la vi abriendo al boca, queriendo contradecirla, queriendo decirle que ella no había conocido a mi padre, que ella no tenía ni la menor idea de lo que estaba hablando, pero...la voz no me salió. Acepté el plato y le asentí gradecida, ella me dio una esplendida sonrisa y me senté a comer bajo su atenta mirada.

—Debe ser la idea de Fred y George de un chiste gracioso, asegurarse de que no pueda sacarse. —dijo Ginny mientras veía los vanos intentos de la señora Weasley tratando de desaparecer el moretón.