30: Peligrosa Amortentia

2K 264 113
                                    

Cuando me desperté no fue precisamente bonito

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando me desperté no fue precisamente bonito.

Para empezar había un montón de niños que me estaban viendo, debían tener once o doce años. Y de entre ellos, en el medio, se encontraba mi amigo Dean Thomas, que estaba sentado en una silla frente a mi. Al verme despertar sonrió.

—Bienvenida al mundo de los vivos —me saludo.

—¿Y Harry?—pregunte de inmediato, lo último que recordaba era ver el rostro de Harry antes de dormir. Sentía la boca extremadamente seca que hasta me dolía, y atrás de la cabeza sentía muy pesado.

—Creo que fue a traerte desayuno—mi amigo respondió, yo me masajeé las sienes bostezando y alce una ceja, viéndolo confundida.

—¿Y porque estás aquí conmigo?

—Me pidió que te vigilara para darte vuelta si es que empezabas a vomitar.—Dean se encogió de hombros.

—Ah que bonito. No sabía que eras poeta—murmuré, y vi a todos los niños que estaban a mis alrededor, algunos inmediatamente desviaron la mirada, y se sonrojaron—. ¿Y este publico? ¿Admiradores?

—Bueno, cuando tienes 11 años te da curiosidad el ebrio del salón ¿no? Además todos despertaron ante la imagen de ti y Harry durmiendo en el sofá. Es el elegido. Les produce curiosidad.

Rodé los ojos poniéndome una mano en la frente, me vi, traía un suéter verde tejido con una snitch en el centro, este suéter era marca registrada de la señora Weasley, el suéter de Harry. Me habían cubierto las piernas desnudas por el vestido con varias mantas y alguien me había hecho una coleta en el pelo, de seguro para que no se manchara de vomito por si acaso. Pensando en eso inmediatamente me puse mano en la boca sintiendo las nauseas subir por mi esófago.

—¡Atrás! ¡todo el mundo atrás!—Dean le advirtió a los niños haciendo aparecer por magia un cubo y me lo puso encima para que yo vomitara mientras los niños jadeaban y daban gritos ahogados.

Lo único que salió de mi boca fue un pequeño eructo.

—Vayan a desayunar!—les apure a los chicos que rápidamente se fueron un poco asustados, mientras yo suspiraba queriendo morirme. Ayer no había bebido para olvidar, había bebido para divertirme y ahora no me sentía fatal emocionalmente solo físicamente. La cabeza me daba vueltas y ni siquiera sabia donde estaba mi gato, de seguro todavía en la torre de Ravenclaw.

—¿Tuvieron algún problema los dos? Ayer escuche a Harry gritar con Ron. Nevile evito que los dos se pelearan.

Suspiré.

—Discutimos por Malfoy. Digo, él es mi amigo...

—Hizo que casi mataran al hipogrifo de Hagrid.—Dean alzo una ceja, viéndome como si me hubiera dado un golpe en la cabeza.

—Esta cambiando. Creo que las personas pueden cambiar. Me dijeron que mi papá era un imbecil mujeriego pero cambió por mi mamá. El padre de Harry era inmaduro pero cambió por su esposa— explique—. La gente cambia para bien.

Laila Scamander Y La Maldición de MorganaWhere stories live. Discover now