40: El Otro Elegido

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En este capitulo pienso en la cancion esa she knows and i know she knows...

El silencio era casi algo aterrador, note que estaba mucho mas pálido que de costumbre, estaba temblando de pies a cabeza, lo vi confundida al ver que no estaba diciendo nada

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El silencio era casi algo aterrador, note que estaba mucho mas pálido que de costumbre, estaba temblando de pies a cabeza, lo vi confundida al ver que no estaba diciendo nada.

—Draco ¿que sucede?— me abrasé a mi misma siendo que estaba con un vestido de mangas cortas y no me habia traído un suéter, lo único que tenía era la varita, trate de sonreír—. Me estas asustando.

—Quédate aquí no importa lo que escuches quédate aquí. Por favor— él me rogó, en su voz el tinte de la desesperación, abrí la boca, dando un paso hacia delante, no estaba entendiendo.

—¿A que te refieres?— pregunté confundida y un poco asustada. Él se veía como a punto de vomitar y esto me estaba causando escalofríos.

—No salgas de aquí, no importa lo que escuches — Draco vio a nuestros alrededores, sobre todo a las grandes ventanas, frenético—. Quédate aquí ¿de acuerdo?

—Draco ¿que esta pasando?— le pregunté, sin entender de lo que estaba hablando, pensé que me iba a hablar sobre él o su madre, pero no pedirme que me quedara encerrada en un aula de Transformaciones.

—Quédate aquí— él me dijo de nuevo, repitiéndolo casi como una oración—. No te verán.

—Draco ¿quienes?— pregunté con la voz temblorosa, no quería que las sospechas que estaba pensando se volvieran realidad. Pensé en Dumbledore y en Harry que habían dejado el colegio, Hogwarts quedando sin su mayor defensor.

—No abras la puerta— me insistió.

—¿Que esta pasando?

—¡Solo quédate aqui!— me gritó.

—¡DIMELO!— le grité de vuelta sintiendo que el corazón me latía cada vez mas fuerte y rápido.

—¡Fui elegido!—él exclamó, arremangándose y mostrando su antebrazo y la marca tenebrosa que tenía tatuada, la calavera y la serpiente que se movían un poco como si tuvieran vida propia, la marca de un mortifago. Un Mortifago.  Di un paso hacia atrás, completamente horrorizada, la visión se me nubló un poco por las lágrimas, viendo en completo shock la marca que relucía. Me puse una mano en la boca, sin saber que decir, un montón de pensamientos, de recuerdos, todas esas pistas que debí ver, lo ingenua que había sido este año, lo estúpida que fui. Eso era lo que yo soy, una estúpida  e ingenua niña que tal vez creía que habia demasiado bien en personas como él.

—Todo el año...me mentiste a la cara...me dijiste que era tu amiga...me hiciste consolarte...hiciste que te defendiera de a quien más amo, de mis amigos....— me puse las manos en la cabeza, esto se sentía como una verdadera pesadilla, las lágrimas picándome, un torbellino de emociones pasando encima de mi. Recordé las peleas con mi novio, como yo defendía ciegamente a la persona en frente mío a quien consideraba un buen amigo—. Harry tenía razón...

Laila Scamander Y La Maldición de MorganaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora