Contigo. (FINALIZADA)

Nuestro momento.

- Zhan...- Yibo se encontraba sentado en el suelo frente a Zhan.

- ¿Mnn?

- ¿Puedo quedarme esta noche?

- ¿Ah?.- Zhan se agito.

- ¿Puedo quedarme esta noche en tu habitación?.- Yibo lo vio con expresión suplicante.

- No...definitivamente no...- Zhan estaba inquieto.

- ¿Qué tiene de malo que duerma contigo en la misma cama? Ya lo hemos hecho antes.

- Tiene...y mucho...

- Por favor...

- No...

- Por favor...- Tomo la mano de Zhan.

- Detente...

- Por favor Zhan...

- ¿Crees que es muy fácil para mi contenerme cuando duermes a mi lado?.- Zhan grito de manera repentina.

- ¿Por esa razón estas preocupado?.- Yibo sonrió con asombro.

- Pu...pues...si...- Zhan estaba sonrojado.- Soy un hombre...no soy de madera ¿Sabias?

- ¿Y que es lo que te hace contenerte?.- Yibo arqueo una ceja.

- Vamos, lo sabes bien, no quiero aprovecharme de tu estado.- ¿Mi estado?.- Dibujo media sonrisa

- ¿Acaso estoy moribundo?.- Bromeo.

- No hagas ese tipo de bromas.- Zhan frunció el ceño.

- No estoy bromeando del todo...- Yibo sonrió.- Solo que no encuentro necesario que te contengas si quieres hacerme algo.- Se mordió el labio.- Puedo asegurarte que soy bastante fuerte...y resistente.

- Niño....- Zhan arqueo una ceja.- Eres peligroso.

- ¿Peligroso?...- Yibo gateo hasta treparse al regazo de Zhan.- Puede ser...- Tomo el rostro de Zhan entre sus manos.- Pero ahora solo soy un hombre que desea a su novio.

- Tu...- Zhan tembló.- Tu si que sabes ponerme de los nervios.

Xiao Zhan decía la verdad, no podía explicarse porque razón Wang Yibo podía lograr que con tan solo unas simples palabras sus nervios se alteraran de tal manera que hasta la fibra mas pequeña de su piel se agitara, allí estaba el temblando como gelatina mientras veía aquella sonrisa la cual se volvía cada vez mas libidinosa.

Con cada acercamiento o cada roce Zhan siempre buscaba la forma de escapar, de no dejarse llevar por la tentación pero en ese momento había perdido, se encontraba hipnotizado y sin voluntad propia, ya no podía huir y  sincerándose consigo mismo tampoco era como si lo quisiera hacer así que simplemente se quedo quieto.

- Mi lindo conejito...- Yibo acaricio su mejilla.- ¿Acaso me tienes miedo?

- Yo...no...- Zhan lo veía a los ojos.

- Entonces ya no huyas, es imposible evitar lo que es inevitable...- Observo como el hombro de Zhan sobresalió de su pijama y sonrió.- Tu piel es tan linda...- Acerco sus labios y beso su hombro.- Tan suave y aromática...- Propino una suave mordida.- Que me hace querer devorarla.

- Yibo...- Zhan gimió.

- No te esfuerces...- Yibo sonrió.- Nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión esta noche...- Propino una mordida en el labio inferior de Zhan.- Conejito...

Ya no hubo espacio para negativas, mucho menos para charlas de convencimientos ahora les tocaban a las manos y los labios actuar, Yibo no estaba dispuesto a dejar que Zhan se le escapara aquella noche, no cuando acababa de escuchar de sus labios que lo amaba, ahora mas que nunca deseaba tomarlo y convertirlo suyo por completo.