Ha pasado más de un año desde el asesinato de su esposa, Lily, y James Potter desea cada día que sea simplemente una pesadilla de la que despierte. Desgraciadamente, no lo es, y tras su muerte, James se encuentra como padre soltero de su hijo, Harry...
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Aunque el día había comenzado como un trágico lío de drama y caos, Renata y James se alegraron de que terminara con una nota mucho mejor. Con la compañía de Harry, Neville y Ron, que se quedaban a dormir, Renata hizo entrar a los chicos mientras empezaba a llover, mientras James decidía preparar la cena. Aunque no quiso decirle a Renata lo que estaba cocinando porque quería que fuera una sorpresa. Lo cual le pareció bien hasta que fue expulsada de la cocina con los chicos, ya que James no quería ningún tipo de ayuda. La idea la puso ligeramente nerviosa, pero decidió confiar plenamente en sus habilidades. Al fin y al cabo, ella era testigo de lo perfectas que habían quedado las crepes del desayuno que él preparó en previsión de la llegada de su madre.
Tal vez si Alcina se hubiera permitido probar lo que James había hecho, lo habría amado en el acto. Por supuesto, ese pensamiento estaba muy lejos, pero Renata podía tener sus sueños. Todavía cargaba con la decepción de su madre por cómo se había comportado Alcina durante su visita. Le daban ganas de acercarse a su padre y preguntarle si pasaba algo en casa de lo que ella debía estar al tanto, porque nunca recordaba que su madre se hubiera comportado de forma tan cruel.
Pero, por otra parte, Renata nunca había ido en contra de los deseos de su madre en el pasado, prácticamente siempre estaba en gracia de Alcina, así que tal vez esto es lo que su madre era realmente cuando no se salía con la suya. Aunque Renata no había hecho nada malo, se sentía fatal por lo que Alcina había dicho a Adelmo y a James.
Ciertamente le dolió que Alcina la llamara básicamente puta tonta por elegir a James y a Harry antes que una carrera como auror y no casarse con alguien de su país, pero no podía creer que Alcina sacara a relucir la muerte de Lily para reforzar su argumento, ni que ni siquiera saludara a su propio hijo antes de degradar el estado de su piso.
No tenía ni idea de lo que significaba para la relación entre ella y su madre, porque si Alcina iba a actuar de forma tan horrible, Renata no quería tener nada que ver con ella. Pero, al mismo tiempo, era su madre y antes de todo el drama que había ocurrido, a Renata le hubiera gustado creer que estaban relativamente unidas. Sin embargo, ya no estaba segura, la frialdad exterior que presenció la convenció de lo contrario. Su madre no apoyaba lo que la hacía feliz ni lo que hacía feliz a Adelmo.
Parecía que Alcina Abate sólo esperaba que sus hijos cometieran errores que los hicieran volver a "casa" y a su control.
Bueno, a Renata no le interesaban esos planes, había encontrado sus fuentes de felicidad y pensaba mantenerlas.
-Nanata- la llamó Harry, sacándola de sus pensamientos en un momento dado. Estaba sentada en la sala de estar con los tres chicos de pie ante ella, Harry sosteniendo un libro para que ella les leyera. Parecía que ella le había leído todos los libros a Harry al menos dos veces, pero él nunca se cansaba de ellos. Cuando ella le quitó el libro de las manos para mirar el título, Harry aprovechó para colocarse en su regazo.
Se desplazó hasta quedar en posición encorvada antes de soltar un suspiro de satisfacción para hacerle saber que estaba muy cómodo y que no podía moverse. Renata se rió haciendo una mueca antes de que Neville y Ron se acomodaran en sus costados para escuchar las historias de cuentos que se iban a leer.
