Ha pasado más de un año desde el asesinato de su esposa, Lily, y James Potter desea cada día que sea simplemente una pesadilla de la que despierte. Desgraciadamente, no lo es, y tras su muerte, James se encuentra como padre soltero de su hijo, Harry...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Muchos se volvieron locos.
Las palabras anteriores de Sirius resonaron en la mente de James más que nunca mientras estaba de pie frente a Alcina, incapaz de procesar cómo todo había logrado irse a la mierda tan rápidamente cuando habían estado ganando en primer lugar. Con Renata y Adelmo siendo torturados hasta donde James sólo podía ver a Alice y Frank Longbottom frente a él enfrentando la misma tortura hace sólo un par de años, sabía cuáles podrían ser los resultados si sufrían por más tiempo. Por no mencionar que sin sus varitas, él y Sirius eran prácticamente inútiles y tenían muchas posibilidades de que los mataran si hacían algún movimiento brusco.
Sin embargo, mientras intentaba idear un plan diferente, vio cómo el cuerpo de Renata se endurecía hasta el punto de que ya no se retorcía en el suelo para escapar del dolor. Por el contrario, su espalda comenzó a arquearse, sus manos se curvaron y ya no gritaba como Adelmo, sino que se había callado.
-¡Para! ¡Para! ¡La estás matando!- gritó James, sin importarle que Alcina lo atacara en ese momento mientras se acercaba a ayudar a Renata. Al llegar a su lado, parecía que a Alcina no le importaba detenerlo, solo miraba como mantenía su varita apuntando a Sirius, para que no intentara nada. Cuando James llegó al lado de Renata, ella estaba mortalmente pálida y, por lo que pudo comprobar, no respiraba.
Había recogido su cuerpo entre sus brazos sólo para sentir que la tensión cedía mientras ella quedaba completamente inconsciente.
-¡Por favor, detente! Detente!- le gritó James a Alcina -¡Haré el juramento! Lo haré, ¡sólo detente! Libera la maldición!
Con Renata en brazos, la única forma en que James pudo saber que el hechizo se había levantado fue porque Adelmo cayó algo quieto en el suelo, intentando recuperar el aliento. Dejó escapar varias toses y por mucho que Sirius quisiera acercarse corriendo a ayudarle, no pudo ya que se quedó clavado en su sitio con Alcina, que parecía inmovilizada en el lugar. Finalmente, Adelmo rodó sobre su costado y vio a Renata completamente inmóvil durante varios segundos mientras James seguía tratando de animarla a respirar y, de repente, sus ojos comenzaron a revolotear mientras miraba a su alrededor confundida mientras respiraba profundamente varias veces.
Adelmo se levantó, aún visiblemente conmocionado por lo que se había desatado en él, pero se dirigió a comprobarlo.
-Dejó de respirar- le dijo James -ni siquiera pude captar los latidos del corazón ni nada, sólo se puso muy tensa y luego se desplomó... ¿qué pasó? Es que...
-Parece que fue un tipo de convulsión- dijo Adelmo, mirando en dirección a su madre -una convulsión provocada por el shock del dolor. No la levantes más, mantenla apoyada de lado. Está llegando a su límite, no puede soportar más la maldición. ¿Qué es exactamente lo que buscas lograr aquí, Mamma? ¿Matar a tu familia en aras de la perfección? Ya es imperfecta si has tenido que llegar a tales extremos, ¿por qué no puedes dejarnos en paz?
