Fate in Camelot

Capitulo 11

Intrigada.

Esa era la sensación que tenía desde del comienzo del día, era bien sabido que la mayoría de los nobles iban a asistir a una reunión en el castillo del rey por lo que tenia que tener la mayoría de sus trabajadores en el establecimiento por la noche.

No solo dependía de ella, claro, había varias casas del placer alrededor del barrio rojo y no iba a negar que eran mas baratos que su establecimiento, pero su casa era la mas concurrida, nunca supo el motivo ya que jamás le presto demasiada atención después de todo el negocio florecía maravillosamente, pero en estos momentos no tenia el personal para atender la noche.

"Tal vez debería de pedirle a Teresa que me ayude... ¡No!"

No podía hacerlo, aunque ella trabajo como camarera en varias ocasiones jamás se ofreció como prostituta o vendió su cuerpo ¡demonios! Inclusive su actitud salvaje solo es un jodido disfraz para reprimir su inseguridad al mundo.

Toc toc.

"¿Qué quieres?" dijo secamente mientras se servía un vaso de wiskhy.

"Señorita Lena, tiene un invitado"

"Dile que no moleste"

"Me temo que es algo insistente"

"..."

Eso hizo que Lena frunciera el ceño, por la manera en la que hablo su trabajadora quería decir que estaba nerviosa... ¡Ese bastardo está afuera!

"Dile que pase" fue lo único que dijo antes de sentarse de nuevo en su escritorio.

"..."

El rechinido de la puerta se hizo audible por toda la oficina, de ella surgió un hombre pelirrojo lo suficientemente alto como para hacerlo diferente del resto, pero había algo en el que lo hacía diferente de los demás hombres, si ella tuviera que ponerlo en palabras seria... deseable.

"..."

Shirou solo le dio un asentimiento a la pelinegra en señal de agradecimiento a quien parecía ser la asistente de la mujer.

"¿Qué puedo hacer por usted señor... ?"

"Emiya" dijo de manera seca.

"... Emiya, debo suponer que es su apellido"

"..." no dijo nada, solo asintió en confirmación.

Ella solo estudio el cuerpo y las expresiones que ponía el pelirrojo frente a ella, pero no pudo encontrar nada fuera de lo común era como si el hombre solo fuese una hoja en blanco, claro, había muchas maneras de poner nervioso a un hombre pero algo en ella le dijo que no encontraría nada de esa forma y sus instintos le habían salvado el cuello... hasta ahora.

"¿Puedo saber porque me buscaba?"

"Quiero saber si los retratos de la redonda están a la venta"

"..." ella solo parpadeo "¿Qué?"

"Como lo escucho... no entrare en detalles solo..." su mirada estoica se rompió por una breve sonrisa de burla "... quiero llevar esos retratos"

"¿Acaso eres estúpido?"

"¿Qué quiere decir?"

"Deja la mierda, solo llámame Lena odio cuando se dirigen a mi con respeto, me hace sentir vieja"