X - Trabajo cumplido - X

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Tras un par de días en el Coliseo del Cielo, completé el trabajo sin ningún contratiempo.

Hisoka tubo una pelea contra un antiguo rival con bastante talento, pero que de todos modos no resultava ninguna complicación para él.

Mi objetivo participó en las apuestas, le seguí y cuando no hubo nadie cerca, envié mi nen hacia él.

En esa ocasión lo manipulé para que fuera corrosivo cómo el ácido, mi característico nen de denso humo negro.

Lo rodeé sin que se percatara y en cuánto lo inhaló, quemé sus cuerdas vocales para que no gritara, y después aumenté mi nen hasta que desintegrara su cuerpo por completo, dejándo apenas un montón de ceniza en el suelo.

Al terminar el trabajo envié un mensaje a Zeno sama, mi abuelo, para confirmar la ejecución del trabajo y confirmarle que al dia siguiente al mediodía estaría en casa.

Fuí a esperar a Hisoka al pasadizo por el qual se accede al estadio, donde compiten los participantes.

Al sentir mi nen cerca, pues su percepción es extremadamente fina, terminó el combate.

Se acercó a paso lento por el pasillo, sin apartar sus orbes amarillos de la sombra que enmarcaba mi figura.

Pude apreciar un ligero rasguño en su pierna derecha, así que dirigí mi nen hacia él.

Lo notó, pero después de tantos años de conocernos, ambos confiamos el uno en el otro, así que simplemente me dejó hacer.

Mi nen le rodeó, en busca de más heridas, y aceleró el proceso de curación de su cuerpo, sanando cualquier pequeño corte, herida o raspón.

— Por más que lo vea, no dejan de asombrarme tus habilidades.

— Gracias por la distracción, Soka. El trabajo está hecho.

— ¿Cuándo te marchas?

— Mañana por la mañana. Pensé que tal vez querrías que celebraramos tu victoria.

Hisoka me dedicó una mirada sorprendida, aunque no es de extrañar.

Normalmente me siento a gusto a su alrededor pero evito pasar demasiado tiempo a solas con él, por sus constantes intentos de intimar.

Pero estos días, incluso compartiendo cama, ha respetado mi espacio, sin acercarse de más. Creo que merece una recompensa, aunque sólo sea ir a tomarnos algunas copas.

Pese a que cómo Zoldyck, no me afecta fácilmente el alcohol.

Y así es, cómo terminamos ambos...

Demasiado pasados de copas en el bar del coliseo.

— Neee~... Soka... ¿Cómo puede ser que aguantes tanto bebiendo?

— Supongo que en parte es gracias a Illumi...

— Vaya, así que puede que tengas la misma resistencia al alcohol que yo.

— Si tenemos la misma, quiere decir que empiezan a subirte ya las copas.

Me sonríe y ambos hechamos a reír escandalosamente ante la sorprendida mirada de los camareros, que nos han visto engullir ya 5 botellas de Martini blanco.

En mi familia, es costumbre acostumbrar al cuerpo a los venenos y al alcohol, para evitar que nos afecten.

Aunque claro, a grandes dosis, puede que sean más efectivos.

Cómo en éste caso. Una persona normal ya estaría en coma etílico, pero ahí estamos, Hisoka y yo, mano a mano, en una competición no acordada por ver quién aguanta más bebiendo.

— ¿Te apetece otra copa? - me pregunta Hisoka-.

— Por supuesto.

Levanta un dedo, llamando al barman, que se acerca y amablemente se disculpa y nos dice que el bar ya va a cerrar.

Nos levantamos para irnos y siento el efecto del alcohol al notar mis pasos más ligeros.

— Esperame un momento aquí.

Hisoka vuelve a entrar en el bar y sale en menos de un minuto con otra botella de Martini blanco y un par de vasos de chupito.

— Podemos hacer el último trago en la habitación.

Su propuesta no me desagrada en lo absoluto. Estoy pasando un buen rato y el sabor del Martini me gusta demasiado.

Entramos en la habitación y deja la botella y los vasos encima de la mesa.

— Voy a darme una ducha rápida.

— Eh, eso no vale. - refunfuño haciendo morritos-.

— Resulta que cierta mujer me ha tenido entretenido después del combate y no he podido ducharme.

— Vaya, qué mujer más malvada. Seguro que después ha intentado emborracharte.

— Hm, algo así.

Me dedica una última sonrisa y se mete en el baño. Oigo el sonido del agua en la ducha mientras espero paciente.

Por culpa del alcohol siento bastante calor. Lo pienso un momento, pero termino decidiéndo que no tiene importancia, Hisoka me ha visto antes con poca ropa y además seguro que él sale de la ducha prácticamente cómo Dios lo trajo al mundo.

Me quito mis pantalones tejanos y los dejo a los pies de la cama, quedándome en bragas, me quito mi sudadera, el sujetador y me pongo una camiseta de manga corta ligeramente holgada.

Suelto también mi pelo, que anteriormente recogía en una coleta alta y lo dejo caer por mi espalda.

Ya más cómoda, abro la botella y sirvo un par de chupitos esperando que el arlequín salga de la ducha.

Oigo la puerta del baño y veo que efectivamente, Hisoka apenas lleva una toalla alrededor de la cintura.

Tal vez en otra ocasión le hubiera molestado con alguna broma o simplemente le habría ignorado, pero no pude evitar observar detenidamente su cuerpo.

Pese a ser un hombre bastante alto, no es flacucho, sinó que en su delgadez se aprecian sus fuertes músculos, marcados y definidos.

Francamente, Hisoka no está nada mal, pero la estética que suele usar no me resulta nada atractiva.

Ahora en cambio... Sin maquillaje y con sus mechones pelirojos enmarcando su rostro, ésto es otra cosa.

Vuelvo a la realidad cuándo me doy cuenta de que no se ha movido de la puerta y me observa de arriba a abajo, del mismo modo que le he mirado yo.

— ¿Un chupito?

Le sonrió señalando la mesa. Se acerca y se sienta en la silla que hay frente a mí. Coge el chupito que había preparado para él, brindamos, y nos lo bebemos de un trago.

Noto el ambiente algo tenso, distinto al que había en el bar, antes de que volviéramos a la habitación.

— ¿Pasa algo, Hisoka?

Hunter x Hunter Fanfic (Chrollo X Oc)Onde histórias criam vida. Descubra agora