X - Segundo round - X

2.1K 229 24
                                    


— ¿Estás cansada?

— No lo sé.

Ríe ante mi respuesta y una de sus manos viaja por mi muslo hasta mi humedad.

— Creo que todavía no quiero dormir.

— Yo tampoco.

Vuelve a besarme y gateando nos subimos hasta la parte superior de la cama, en donde Chrollo se sitúa entre mis piernas.

Me acaricia de nuevo y suspira.

— Eres hermosa, eres cómo una obra de arte.

— Tu también eres muy guapo, aunque supongo que eso ya lo sabes. - respondo acariciando también su rostro-.

Se inclina de nuevo para besarme y es difícil de explicar cómo se siente su beso.

Lo siento cálido, cómo si entre nosotros estuviera ocurriendo algo más allá de un beso.

Es lento, pero se siente con pasión y fuerza, con anelo. Me pierdo entre sus labios y sus caricias y acaricio yo también su espalda, persionando ligeramente para pegarlo más a mí.

Toma mis piernas com ambas manos y las empuja hacia atrás, dejándome abierta y expuesta para él.

Se incorpora un poco y se pone recto, pues él quiere, ambos de hecho, queremos poder ver, el momento en el que nuestros cuerpos se unan por primera vez.

Entra lentamente en mi interior, aunque sin ningún problema debido a la humedad que hay ahí.

Un gemido escapa de mi garganta y arqueo la espalda buscando profundizar más el contacto.

Él vuelve a salir lentamente de mi, pudiendose oír un chapoteo por todo el líquido producto de mi excitación y el orgasmo anterior.

Repite el proceso unas cuantas veces, entrando y presionando, saliendo por completo y vuelta a empezar.

Poco a poco aumenta el ritmo y lágrimas de placer descienden por mis ojos incontrolables.

Un dedo sobre mi clítoris se suma al placer y en apenas un par de minutos tengo mi segundo orgasmo.

Chrollo en vez de detenerse o cambiar el ritmo, se deja caer sobre mí y empieza a lamer, besar y morder en distintos puntos, empezando por mis pechos, siguendo por mi cuello, orejas, mejillas, barbilla y labios.

Sus caricias, besos, mordiscos y embestidas... Esa deliciosa combinación consiguen hacerme gritar mientras mi cuerpo hierbe, llevándome a un tercer orgasmo.

— Oh, dios, Chrollo... Oh...

Tras oírme decir su nombre una vez más, aumenta el ritmo del choque entre nuestros cuerpos y los gruñidos y gemidos se entremezclan en nuestras respiraciones.

Mi cuerpo arde, se siente exhausto, pero me rindo ante el placer y ante Chrollo.

Se detiene y sale de mí por completo.

— Date la vuelta.

Obedezco y trato lo más que puedo de mantener una estabilidad con mi tembloroso cuerpo.

Él sujeta mis caderas y me acomoda en la posición que quiere tenerme, tumbada sobre mis brazos con las piernas flexionadas y mi culo levantado.

Roza su miembro un par de veces en mi entrada y yo me muevo contra él, impaciente por sentirlo de nuevo.

Me penetra en ésta postura y puedo sentirlo por completo dentro de mí.

Su miembro no es tan largo ni tan ancho como el monstruo que tiene Hisoka entre las piernas, pero consigue tocar los puntos en dónde siento más placer.

Una vez dentro de mí, amasa mi trasero y se mueve coordinandose con el movimiento de mis caderas.

El choque de nuestros cuerpos y el chapoteo de los fluidos inunda la habitación, entremezclado con nuestros gemidos.

Siento estar a punto de explotar cuando sus dedos por debajo de mi cuerpo pulsan sobre mi botón sensible.

Grito, sin poderme contener grito con todas mis fuerzas, sintiendo cómo mi cuerpo ofrece resistencia a dejarse ir pero un orgasmo se construye en mi vientre una vez más.

— Ah, ah, así, Chrollo, no te detengas, oh, por dios, Chrollo... Oh, Chrollo...

Incluso mis pulmones duelen cuando el nudo se desata y creo que todo York oirá mis gritos.

Chrollo jadea, ralentiza un poco el ritmo, permitiéndome terminar del todo y deteniéndose él, pues lo siento más grande que antes y sus manos aprietan mi piel.

En cuánto mi cuerpo no puede más, me desplomo contra el colchón, Chrollo sale de mí y siento su eyaculación caer en mi culo y entre mis muslos.

Se deja caer en la cama a mi lado y apenas sin darnos cuenta entrelazamos nuestros dedos mientras nuestra respiración recupera su ritmo normal.

Al rato, Chrollo consigue hablar.

— ¿Te quedarías conmigo ésta noche?

— Claro. - respondo sin titubear-.

Tampoco puedo moverme.

Aún así, quiero quedarme.

— Tendré que pedir que nos cambien las sábanas.

— ¿Tengo que levantarme?

Lo oigo reírse, pero en vez de responderme siento cómo me levanta entre sus brazos.

Me abrazo y acurruco contra su cuello a lo que ríe de nuevo.

— Me gusta tu risa.

No me responde pero se que me ha escuchado.

Me deja sentada sobre la tapa del váter y empieza a llenar la bañera.

— Llamaré al servicio para que cambien las sábanas en lo que nos bañamos.

Sólo asiento, incapaz de pronunciar palabra y cuándo vuelve, ambos nos metemos en la espaciosa bañera.

Coloco un poco de champú en mis manos y le lavo el pelo a Chrollo. Ha sido un gesto inconsciente, pero veo que no le ha molestado en absoluto.

Entonces es cuando vuelve Illumi a mi cabeza.

Definitivamente, Chrollo consiguió quitarme mis problemas de la cabeza.

Decido no pensarlo más y disfrutar del momento.

Él me lava a mí el cabello cómo he hecho yo con él, y cuando oímos cerrarse la puerta de la habitación sabemos que ya podemos irnos a dormir.

Busco mi ropa y la encuentro sobre un diván al lado de la cama, pero Chrollo me detiene.

— Te quiero en la cama desnuda.

— No acostumo a dormir sin ropa.

— Pues cuándo duermas conmigo quiero que lo estés.

Una sonrisa tira de mis labios.

Cuándo duermas conmigo... Eso quiere decir que volverá a suceder.

Nos acostamos en la cama y tira de mi para besarme de nuevo.

Tras compartir unos cuantos besos mas, nos miramos, me sonríe y apaga la luz.

Me atrae hacia él y me coloca sobre su pecho, dónde yo me acurruco poniéndome cómoda.

— Buenas noches, Kemuri.

— Buenas noches, Chrollo.

Hunter x Hunter Fanfic (Chrollo X Oc)Where stories live. Discover now