Hunter x Hunter Fanfic (Chrollo X Oc)

X - Jugar con fuego - X

Me asomo al pasillo, dónde Hisoka me esperaba apoyado en la pared.

- Hecho.

Hisoka me hace una seña para que me acerque, y pensando que quería decirme algo al oído, lo hago.

Pero muerde mi cuello, pone ambas manos en mi cintura y me empuja contra la pared.

- ¿Cuánto dura lo que le pusiste en la copa?

- Hisoka... ¿Qué...?

- ¿Cuánto dura?

- Una hora, pero Illumi le matará en cuánto sepa lo que...

- Entonces será rápido.

Toma mis piernas levantándome en el aire y apoyándome contra la pared del pasillo.

- ¿Qué mierda haces, Soka? Cómo nos pille Illumi...

- Eso es lo que más me pone.

- ¿Qué dices degenerado?

Me sujeta del trasero con una mano y con la otra baja su pantalón y su ropa interior, golpeándo su dura erección contra mi muslo.

- Si no quisieras, ya me hubieras golpeado.

- ¿Eso quieres, que te golpee?

- No, más bien quiero golpearte a tí.

La situación me puede y enrrosco mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello.

- Más te vale que sea rápido.

- No sabía que te gustara rudo.

Aprovechando que ahora soy yo la que se sostiene contra su cuerpo, se coloca un condón y me frota un poco para lubricarme.

- Mmm... Tan mojadita... No me dirás que te ponía ese viejo gordo que tienes sedado ahi dentro.

- Más bien cierto mago pervertido que me ha besado antes sin avisar.

Sin necesidad de más palabras siento la punta del miembro de Hisoka abriéndose paso en mi cuerpo.

Los nervios me dominan y miro a ambos lado del pasillo y a las ventanas, rezando para no ver asomar la cabeza de mi hermano.

Hisoka se empuja contra mí una vez que ha comprobado que estoy preparada para ello y se hunde por completo en mi interior, teniéndo que acallar ambos un gemido.

- Prepárate, tu has sido la que lo ha pedido rápido. - advierte-.

Miro su ojos ambarinos presintiendo que decir eso había sido un error y así me lo demuestra cuándo tapa con una mano mi boca y con la otra masajea mi clítoris hinchado y caliente, mientras empieza a embestirme cómo una bestia en celo.

Un grito queda acallado en su mano y muerdo sus dedos para tratar de aguantar.

Tiro de su cabello hacía mí, exigiéndole un beso y así lo hace. Retira su mano de mi boca y la deja ejerciendo un poco de presión en mi cuello, para posteriormente besarme.

Me besa y me enviste a toda velocidad.

Creí que iría alternando el ritmo, pero no parecía cansarse. Y así me tuvo, de nuevo sudorosa y desfalleciendo en sus brazos, cuándo a los 4 minutos de tortura el orgasmo me golpeó.

Contrario a lo que mi cuerpo quería, aumentó aún más el ritmo, sin darme descanso.

A los más o menos 7 u 8 minutos, sin freno, el segundo sucedió, más intenso aún, aprisionando a Hisoka, que empezaba a perder el ritmo y a temblar entre pequeños gruñidos sobre mis labios hasta que lo sentí hincharse aún más hasta que al fin se detuvo.