CAP 25 TERMINÓ

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Centro de la ciudad, Moscú

-¿A donde nos dirigimos? -Wanda comenzó a entrar en pánico después de notar que su celular no estaba dentro de su bolso. Estaba segura que lo había guardado antes de abandonar el hotel, no sabía la hora y necesitaba comunicarse con Clint cuanto antes.

-Cumplo con el trato. -Barnes respondió entre dientes mientras conducía.

-No, necesito volver al hotel. Creo que olvidé mi celular. -Wanda buscó nuevamente, pero no encontró nada.

-Tranquila, seguro que puedes comprarte uno mejor, niña. -Carol sonrió maliciosamente desde el asiento del copiloto.

-¿Al menos podrían prestarme un teléfono para hacer una llamada? -Wanda maldijo por lo bajo y Carol esperó una señal por parte de su hermano.

-Claro que si, preciosa. -Barnes le entregó su propio teléfono a la castaña quien al escucharlo llamarla así se sintió un poco más aliviada.

-Gracias...

Wanda llamó de inmediato a su hermano, necesitaba saber si la habían descubierto, pero para su fortuna su padre había dado por hecho que se había quedado dormida cuando no le abrió la puerta después de insistir tanto. La castaña se aseguró de que Pietro fuese su cuartaba perfecta para después comunicarse con Clint y pedirle que regresara sin ella.

-¿A dónde nos dirigimos exactamente? -Wanda preguntó mientras tenía a Clint esperando del otro lado de la línea.

-¿Bromeas niña? -Barnes soltó unas carcajadas que la hizo rodar los ojos. Sabía que no le dirían, pero debían intentarlo.

Wanda le aseguró a Clint que estaba bien y que no era necesario que la esperara más para después colgar y entregar el teléfono. Carol tomó el aparato y después de unos cuantos minutos anunció que finalmente habían llegado.

-No bajaré del auto. -Wanda comenzó a sentirse incómoda.

-Tranquila, preciosa. Te llevaré hasta Loki Romanov, me darás la información que necesito y después podrán irse. -Barnes le regaló una sonrisa cálida mientras hacía unos movimientos gráciles con su mano para darle confianza.

-Prefiero esperar aquí. -Wanda se cruzó de brazos mientras Carol reía tras de su hermano, aquella chica era un verdadero dolor de cabeza.

-De acuerdo, entonces regresa caminando y olvídate de nuestro trato. -Barnes cerró la puerta del auto y se alejó, haciéndole una señal a su hermana para que lo dejara solo.

-Bien, bien... Terminemos con esto.

Wanda salió del auto rápidamente y caminó tras el pelinegro a mitad de la noche para alcanzarlo, colgándose de su brazo cuando se percató de que la propiedad estaba rodeada de hombres armados que intentaban ocultarse entre las sombras.

-¿Asustada? -Barnes susurró mientras avanzaban, debían bajar directo a sótano, lugar donde tenían prisionero al ruso desde hace más de 3 semanas.

-Por su puesto que no... -Wanda mintió, claro que estaba aterraba. Había comenzado a desconfiar del hombre desde el segundo en el que pisó en interior de la casa.

-¿Dónde me llevas? -La chica preguntó cuando llegaron al final de aquel pasillo tan oscuro.

-Tranquila... Solo entra. -Barnes habrió la puerta y esperó a que ella entrara primero.

-¿No hay matones cuidando aquí abajo?... -Ella asomó la cabeza, pero había poca luz.

-No es necesario... Pasa... -Barnes le hizo una seña con su mano y ante su duda decidió pasar primero para que dejara de dudar de él. No mentía, el ruso se encontraba encadenado al interior.

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