1. No puede ser real

312K 13.7K 9.7K
                                    

Melody

Hay momentos en la vida en los que parece que se te está cayendo el mundo a tus pies.

Así me sentía en ese momento. Como si todo lo que tenía a mi alrededor se estuviese derrumbando y yo solamente caía hacia un gran vacío.

Estaba completamente quieta y no se cuanto tiempo estuve sin respirar porque sentí la necesidad de coger una gran bocanada de aire.

Cerré los ojos con fuerza deseando que lo que estaba leyendo fuera solo una imaginación, pero al abrirlos, ahí seguía la notica.

Se cerraban todas las fronteras del país, los aeropuertos tenían prohibido realizar cualquier vuelo y a partir de mañana era obligatorio quedarse en casa sin salir.

Se establecía una cuarentena.

Todo por un maldito virus.

Para mí el problema no era que nos confinaran, sino el echo de estar en otra punta del país sin ninguna manera de volver a casa con mis padres.

Y para hacer el problema aún más grande se había acabado mi tiempo de estancia en el hotel.

Así que estaba completamente sola en medio de una cuidad que no conocía a pocas horas de que se estableciera la cuarentena en el país.

No me podía creer que me estuviera pasando esto a mi. Simplemente venía a visitar las universidades para el año que viene, y así me encontraba ahora.

Con las manos aún temblorosas llamé a mis padres quienes me contestaron al segundo.

– Cariño. ¿Donde estás? ¿Has podido coger el avión? Dios mío, sabia que no tenía que haberte dejado ir sola. – Escuché los llantos de mi madre desde la otra línea, siempre era muy exagerada, pero en esta situación era completamente comprensible su actitud. Intenté no ponerme a llorar para no preocuparla.

– Mamá no he podido coger el avión han cerrado todas las fronteras. También se me ha acabado el plazo de estancia en el hotel y pregunté si podían alargarlo hasta que acabara el encierro pero ellos no iban a abrir y me echaron. No sé que hacer mamá...

Intente ser fuerte, por ella, pero me era imposible. El pánico se fue apoderando de mi poco a poco al pensar lo que sería de mi si no encontraba la manera de ir a casa.

– Vale mi amor, tranquila. ¿Sigues en la cuidad?

– Sí, sigo en la puerta del hotel, estoy con la maleta. ¿Que vamos a hacer? – Noté como mi padre le arrebataba el móvil a mi madre para ponerse él al teléfono.

– Melody relájate, respira hondo. Lo vamos a solucionar, tenemos a unos amigos que viven ahí, vamos a llamarlos a ver si pueden ayudarte. Ahora tengo que colgar pero te llamaré en cuanto nos digan algo. Cariño no te agobies vamos a solucionarlo.

Me despedí de mi padre entre lagrimas y durante todo el tiempo que estuve ahí parada simplemente dejé que mis lagrimas cayeran.

¿Que pasaría si no tenía a donde ir? ¿Me tendría que quedar en la calle?

Sentí una presión en el pecho ante esa posibilidad.

No sé con certeza cuanto tiempo pasó hasta que recibí la llamada de mis padres, podrían haber pasado diez minutos o tres horas. Para mí fue más como lo segundo.

– Mamá... ¿sabes algo?

– Melody tranquila, quiero que me escuches atentamente y quiero que seas fuerte. Hemos llamado a unos amigos nuestros que viven en la zona pero resulta que no están en el país, están en Europa. – Mi corazón paró de latir por un segundo hasta que mi madre siguió hablando. – Pero su hijo sí que está en la cuidad. Seguro que lo conoces, es unos años mayor que tú pero coincidisteis algunos cursos en el instituto se llama Cameron. Cameron Holt. Él tiene un piso de estudiantes y sus padres van a hablar con él para que pases ahí estas dos semanas.

Cuarentena con mi crushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora