25. Secretos

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Cameron

Quince días más, y pienso utilizarlos muy bien. Se acabaron las ñoñerías y las vergüenzas. Porque pienso volver a sacar al Cameron atrevido y sin filtros que conseguía a todas las chicas, aunque puede que con toque más dulce.

A partir de ahora iba a empezar a coger carrerilla con Melody. Puede que fuera estar dos semanas sin sexo ni ningún tipo de interacción sexual, pero me moría de ganas de tenerla en la cama gritando mi nombre.

Aunque la presión de que seré su primera vez está presente, por fin he aceptado que ella no es una más y no quiero ser un cabrón, porque para que mentir me comporté como un hijo de puta con muchas chicas.

Pensar que de verdad se iba a ir hizo que me volviera loco, hasta me planteé secuestrarla y atarla a mi cama para que no se fuera nunca. Pero cuando escuché las noticias se me fue todo rastro de tristeza y enfado y me vinieron a la mente todo lo que quería hacer con Melody durante estas dos semanas. Y aunque ella lo negará seguro que también le gustará estar conmigo unas semanas más.

Melody llevaba hablando en el salón con su madre durante una hora así que decidí llamar a Lorena, ya que hacía mucho tiempo que no hablaba con ella. A los tres tonos me cogió el teléfono.

– Hombre menos mal que me llamas, ya pensaba que te habías olvidado de mi. – Ella era la única persona con la que podía mantener una conversación madura, también sus circunstancias la habían echo crecer antes de tiempo.

– Perdón por no llamarte, pero digamos que he estado ocupado...

– ¡Melody! ¡Es verdad! ¿Has avanzado algo con ella? ¿Seguiste mis consejos? – La verdad es que ella me ha estado ayudando a admitir mis sentimientos y dándome consejos para acércame a Melody.

– Digamos que se lo dije todo y por fin la besé. – Tuve que taparme los oídos porque un grito sonó al otro lado de la línea.

– ¡No me lo puedo creer! ¡Mi Cameron por fin ha sentado cabeza!

– Sin embargo ella aún no me ha dicho si le gusto, que está claro que se siente atraída por mi pero puede que ya no le guste como antes. – Nunca me hubiera imaginado hablando así, sin duda me ha echo un amarre.

– Cameron estoy segura de que a esa chica le gustas, pero por lo que me has contado se ve que es tímida y que le cuesta decir lo que piensa, tú dale tiempo.

– Puede que tengas razón... – Melody siempre se guarda las cosas para ella misma y la mayor parte de las cosas que se de ella es porque la emborracho o porque insisto hasta sacarle la información.

– Además ahora que se alarga la cuarentena vas a poder... – No acabó la frase porque alguien al otro lado de la línea la interrumpió, alguien a quien quiero más que a mi vida.

Melody

– Que si mamá te lo prometo estaré bien, solo son otras dos semanas.

– Lo sé pero eres mi niña y te echo de menos... Bueno cariño te tengo que dejar que va a empezar mi turno en el hospital. – Mi madre había dejado de trabajar como enfermera hace dos años pero al ver que los hospitales necesitaban personal para tratar a todos los enfermos de Covid se ofreció voluntaria.

– Está bien mamá, te llamo más tarde, te quiero. – Colgué el teléfono y una sonrisa tonta apareció en mi cara, aún no me puedo creer que más tiempo con Cameron.

Aunque saber que le gustaba hacía que surgieran miles de dudas e inseguridades. Cameron era tres años mayor que yo y había estado con un montón de chicas. Yo aún era virgen, no tenía ninguna experiencia, ni siquiera había pasado más allá de darme besos con alguien, me daba pánico no saber hacerlo o hacerlo mal, pero cuando estaba con él los miedos desaparecían.

Sin darme cuenta mi estómago empezó a rugir, me moría de hambre, era bastante tarde y aún no habíamos cenado. Así que fui hasta la habitación para preguntarle a Cameron si preparábamos algo de comer.

Sin embargo cuando entré me llevé una sorpresa, Cameron estaba hablando con alguien por teléfono y lo que dijo me dejó de piedra.

– Me muero por verte, te estoy echando muchísimo de menos. – Hasta aquí todo bien podría ser cualquiera. – Muy pronto nos vemos guapísima, te quiero mucho no lo olvides.

¿Guapísima? ¿Te quiero mucho? Y pensaba que eso era lo peor, pero no.

– Te prometo que te llamaré pronto, ya sabes que eres mi persona favorita. – Cuando dijo eso colgó y se dio la vuelta mirándome con una sonrisa pero cuando vio mi ceño fruncido se puso serio. – ¿Que te pasa?

– Nada. – Mi voz sonaba fría e indiferente pero por dentro quería llorar. – Solo que no sabía que tuvieras novia.

Cuando dije eso soltó una carcajada que la debieron escuchar todos los vecinos y yo no entendía nada, si no era su novia seguro que era alguna de sus "amigas".

– ¿Quien te ha dicho a ti que tengo novia?

– Pues a ver le acabas de decir te quiero a una chica y no creo que le vallas diciendo eso a muchas. – Sabía que algo no me cuadraba porque él había admitido que le gustaba, pero puede que todo fuera una táctica para acostarse conmigo.

– Melody cariño, hablaba con una niña de cuatro años. – Vale, me esperaba de todo menos eso. Definitivamente ya había tirado a la basura el mínimo de dignidad que me quedaba, pero ¿como sabía que no me mentía?

Realmente no sabía que decir, en el fondo no me creía su historia, él no tenía hermanas y no recuerdo que nunca mencionara a ninguna prima pequeña. Cameron pareció notar que algo no me cuadraba así que tiró de mi y me sentó en la cama con él.

– A ver, te voy a contar esto porque está claro que no te fías de mi, pero no lo digas por ahí a tus compañeros de clase.

– No es que no me fie... – Para que mentir, no me creía una palabra. – Te prometo que no digo nada.

– ¿Tu te acuerdas de una chica de mi promoción que se llamaba Lorena? – Asentí, ella era la única que siempre estaba con Cameron. Era guapísima, tenía el pelo rubio largo y unos ojazos azules. Durante un tiempo pensé que era su novia hasta que me dijeron que simplemente eran amigos. – Vale pues en el último curso ella... se quedó embarazada.

Abrí los ojos como platos, no tenía ni idea. Ella formaba parte del grupo de Cameron por lo que era también bastante popular, ¿Como es que nunca hubo ningún rumor?

– No se lo dijo a nadie, menos a mi. Escondió su embarazado los últimos meses del cursos y en verano nació su hija, Ava, que es con la que estaba hablando ahora. Era el único que lo sabía y siempre la he ayudado con Ava, es como mi sobrina y la quiero más que a nadie.

– Yo... – No sabía que decir que decir me sentía ridícula. Tenía muchas preguntas en mi cabeza, ¿quien sería el padre de Ava? Pero si no me lo dijo supongo que es porque no está presente en su vida y sería de mal gusto preguntar.

– No hace falta que digas nada, entiendo que te pusieras celosa. – Una sonrisa de superioridad apareció en su cara y mis mejillas se encendieron de rojo.

– ¡No estaba celosa! – Mentira.

– Eres una mentirosa, se te nota mucho cuando mientes. – Dicho eso se levantó de la cama y se fue de la habitación dejándome sola y sin dignidad.

Empezamos bien la segunda cuarentena.

***

Holaaa, me pasó para decir que durante estas semanas no podré actualizar tan a menudo. Estoy muy cerca de los exámenes finales y tengo que estudiar bastante, pero en cuanto los acabe volveré a subir con más frecuencia.

Suerte a todos que, como yo, estáis con exámenes ;)

Instagram / Tiktok: @madameofbooks

Cuarentena con mi crushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora