Romeo & yo [+18] ✔

4. El pasado

     La semana resultó buena, hasta el viernes que me quedaba media hora de turno, y ya estaba muy muerta, además de que tanto olor a alcohol, ya me daba dolor de cabeza.

     Le estaba pidiendo las bebidas de mis clientes al bartender y me encontré a Lucas en la barra.

     —Hola, nos vemos de vuelta. —Me saludó con una sonrisa.

     —Hola ¿llegaste recién? Perdoná si no te vi antes.

     Me voy a morir de vergüenza si le pasé por al lado cien veces y no lo saludé.

     —Llegué recién, no te preocupes. —Respondió, dándome un poco de calma.

     Me dieron las bebidas y le dediqué una sonrisa, antes de irme a llevarlas.

     Me gustan los hombres que andan con traje…

     Cuando terminó mi turno me encontré a Lucas fumando en la puerta y lo saludé antes de irme.

     —¿Hoy no tenés ganas? —Preguntó y yo dudé un poco…

     Si quiero, pero estoy tan cansada… Ya me duelen los pies de andar caminando tanto.

     —Te diría que sí, pero honestamente quiero acostarme a dormir.

     —No te preocupes, nos vemos otro día.

     —Nos vemos. —Le respondí con una sonrisa y me fui.

     Por suerte no dijo nada de que no lo llamé. No sabía que decirle en un mensaje o una llamada… No quería sonar como una zorra…

     ¿Qué es lo que se supone que debería enviarle? Nunca invité a nadie a un hotel… No sé cómo empezar esa conversación, sin sonar como ni*nfómana o cómo que quiero algo más de él, que no sea se*xo.

     Volví a casa y cuando Romeo estaba comiendo manzana y pintando, me llevé a mi abu a la cocina.

     —Su cumpleaños es el domingo, ¿le compraste algo?

     —Me dijo que quiere un juguete del monito de Dora la exploradora… No sé dónde conseguirlo, pero voy a ver ¿Vos tenés algo en mente?

     —¿Tendrás en casa una tele vieja que no uses? Creo que le quiero comprar una con un reproductor de CD, prefiero eso, que pagar el cable todos los meses.

     —Creo que tengo una tele en el garaje, me voy a fijar si funciona.

     —Gracias, sino avísame que voy a ir mañana a comprar.

     —Yo compro todo, no te preocupes, vos cuídalo y yo voy, ya hace mucho que quiero comprarles una tele.

     —Que no sea nada caro, por favor.

     —Vos callada y tu abuela se encarga.

     —Gracias, abue, te amo. —Le dije y la abracé.

     —Yo también, princesa.

     🌸🌸🌸

     Cuando llegó el sábado a la tarde, fuimos al parque a airearnos un poco y nos encontramos con Esteban y Miri, así que fuimos a sentarnos con ellos.

     Hablamos de cosas triviales y del clima, por supuesto, hasta que nos teníamos que ir.

     —¿Van a venir a mi cumple? —Preguntó Romeo.

     Quería meterme debajo de la baldosa, otra vez. Amo a mi hijo, pero a veces quiero amordazarlo… ¿Cómo se le ocurre preguntarle eso a un extraño?