6. No salgas

4.5K 313 38
                                    

      Los días siguientes pasaron todos tranquilos, al igual que las semanas y a Romeo se le ocurrió que él ya era un chico grande que se podía limpiar solo después de hacer caca, pero todavía no le puedo confiar eso, así que lo voy a seguir limpiando yo, aunque no le guste y dice que lo raspo… Voy a tener que comprar papel higiénico más caro… Al menos para él.

      Ya que pasaba tanto tiempo con Esteban, me di cuenta que tenemos un montón de cosas en común, además de ser padres solteros y me alegró. Tener alguien con quien poder hablar y entenderse es muy necesario, mucho más necesario de lo que creí.

      Los lunes y viernes, si no estaba cansada se convirtieron en mis días de pasar el rato con Lucas. La pasaba muy bien… Creo que de verdad es un buen tipo. Aunque bueno, no es como si habláramos cuando nos vemos, porque no nos juntábamos a eso, ni nos alcanzaba el tiempo suficiente, como para hacerlo. Pero creo que confío en mi instinto que me dice que no es malo.

      Hoy era lunes y estaba esperando que mi turno termine para ir al hotel… Porque me encontraba como un poco necesitada…

      Lucas me guiñó el ojo desde la barra y yo le sonreí mientras me llevaba las bebidas de mis mesas. Me va a volver loca, si me guiña el ojo de vuelta…

      De algún modo siento que esos efímeros momentos junto a él me devuelven un poco a mi adolescencia. A la etapa de mi vida que no pude disfrutar… Y, siento que ahora si puedo… y me hace sentir tan viva…

      Mi turno no tardó muchos minutos más en terminar y me fui atrás a buscar mis cosas para irme. Lucas me esperaba en la puerta y fuimos al hotel. Pagué yo, porque no podía dejar que siga pagando él y ya quería correr a la habitación.

      Honestamente no sé qué me pasó hoy, pero estoy como pájaro en primavera.

      En cuanto cerramos la puerta lo besé, mientras lo tocaba por arriba del pantalón, hasta que nos movió de posiciones y me apretó contra la puerta, tomando el mando. Siguió besándome, a la vez que me agarraba las manos y las sostenía por arriba de mi cabeza. Cuando me soltó, corrí mis manos a su cuello y él a mi cadera, para levantarme y tirarme a la cama.

      Quedó besando mi cuello y se sentía muy bien. Ya mi pecho se movía sin parar y necesitaba sacarme lo de abajo.

      Lo veía desabrocharse el cinturón y como estaba atrapada con mis piernas a sus costados, yo no podía moverme para sacarme el mío. En un momento se corrió para atrás, para poder sacarse todo y yo aproveché para sacarme el short y la bombacha, que, por primera vez, desde que tengo dieciséis, se encontraba toda mojada. Quedé un poco sorprendida ante el hecho, pero me gustaba.

      Me di cuenta que la respiración de él también estaba agitada y se me escapó una sonrisa, porque los dos estábamos completamente exci*tados.

      Lo vi sonreír al darse cuenta de la humedad que tenía entre las piernas y antes de introducirse me pasó los dedos por la entrada.

      —Creo que ya me di cuenta los días que tenés ganas y los que no… —Llevó sus dedos mojados a mi boca, mientras me miraba intensamente. —Limpiame. —Me ordenó y no lo dudé.

      Chupé sus dedos, rápidamente y con entusiasmo, para que se apure y noté como su sonrisa se acentuaba.

      Sacó sus dedos ya limpios de mi humedad de abajo, pero llenos de la de arriba y la llevó a su miembro, para poder meterlo.

      En cuanto lo sentí gemí y me asusté porque era muy distinto, para bien, pero distinto. Levanté mi cabeza rápido para mirar y se rió.

      —Tranquila, es texturado, se va a sentir bien, relajate.

      Ni pude llegar a hacerlo, porque la terminó de meter toda de una manera dura y rápida. Gemí otra vez, pero ya de placer y me agarré fuerte de las sábanas.

Romeo & yo [+18] ✔Where stories live. Discover now